o quizás por todo,
se sentía completamente solo.
Los amores tienen ese don,
escriben canciones con corcheas
siempre en clave de sol.
Melodías fugaces,
que te roban el aliento
dejándote vulnerable.
Llegan sin avisar,
de repente, como el viento
en una tarde otoñal.
Se te graban sus sonrisas,
entre beso y beso
y caricias.
Castilla ya no es solo secarral,
ahora es esa mirada alegre y esquiva
que te llena y te hace soñar.
Porque las heridas
dejan huella en el corazón
con tinta permanente.
Pero nadie te decía
que las marcas fuesen malas y con dolor
que te consume lentamente.
A veces las heridas
son un toque de atención:
"sigues vivo, tenlo presente".
Castilla ya no es un secarral,
es el lugar al que ahora huye tu mente,
es el destino para soñar,
es el lugar de esa sonrisa que te hace valiente.
Salamanca 27-10-14