lunes, 27 de octubre de 2014

Salamanca en el horizonte

A pesar de todo,
o quizás por todo,
se sentía completamente solo.

Los amores tienen ese don,
escriben canciones con corcheas
siempre en clave de sol.

Melodías fugaces,
que te roban el aliento
dejándote vulnerable.

Llegan sin avisar,
de repente, como el viento
en una tarde otoñal.

Se te graban sus sonrisas,
entre beso y beso
y caricias.

Castilla ya no es solo secarral,
ahora es esa mirada alegre y esquiva
que te llena y te hace soñar.

Porque las heridas
dejan huella en el corazón
con tinta permanente.

Pero nadie te decía
que las marcas fuesen malas y con dolor
que te consume lentamente.

A veces las heridas
son un toque de atención:
"sigues vivo, tenlo presente".

Castilla ya no es un secarral,
es el lugar al que ahora huye tu mente,
es el destino para soñar,
es el lugar de esa sonrisa que te hace valiente.




Salamanca 27-10-14

Cementerios de acero respirando sombras de vidas

Las estaciones son lugares melancólicos, en ellas viven los fantasmas de cientos de personas. Son lugares de abrazos y despedidas, unas para un rato y otras para siempre; de besos perdidos u olvidados, de recuerdos y amores que pudieron ser y se quedaron en subjuntivo.

En las estaciones se respiran presencias que hielan el ambiente, si solo eres un transeúnte más no te draás cuenta, la fugacidad de tu paso por allí te impide verlo, pero si te sientas en un banco a ver la vida pasar sentirás todo; pasado, presente y futuro se conjugan a la perfección en esos lugares, como fotografías con una baja velocidad de obturación.

Porque las estaciones son lugares melancólicos para dejarse atrapar por el tiempo.




Salamanca 27-10-14