sábado, 28 de abril de 2018

Siempre nos has visto con los mejores ojos

Te fuiste,
porque me viste lo suficientemente preparado
como para cuidarme solo.

Que ya no era el parrulo que era,
que había espabilado
y que ahora
debía de llenar yo la nevera de yogures.

Te fuiste,
porque reímos hasta el final.

Y siempre fue lo que quisiste,
reír tanto como para no olvidar toda nuestra juventud,
nuestra infancia,
y cuando estemos tristes
recordarte
y sonreír
guardando con cuidado esas lágrimas que se nos depositan en los ojos.

Te fuiste,
porque era el momento.

Y lo bueno es breve,
pero lo que es mejor
como lo nuestro
es eterno.

Supongo,
que por todo eso
te fuiste.

viernes, 27 de abril de 2018

No mires demasiado atrás si no quieres tropezar demasiadas veces

He bailado entre tantos pantanales
que el fango parece un pobre juego de niños
y las casitas de muñecas
y los castillos de playmobil
solo son otra excusa para dar rienda suelta a la libertad
de un niño que creció lo suficientemente rápido en un instante
cuando a ojos de todos ya era un adulto de pies a cabeza.

Solo el lodo puede construir adobe
y los ladrillos de mi calma se sustentan en un frágil equilibrio
de inestables memorias,
tira millas y al carrer
porque si quieres resistir en esta vida no te detengas demasiado
o caerás sin que te llegues a dar cuenta.

Mira al frente para avanzar,
te dicen,
pero no saben que de espaldas
como los cangrejos
también hay rutas y senderos para llegar a alguna parte,
aunque la cuestión siempre sea esa
¿a dónde quieres llegar

Construyendo castillos de arena en el desierto de tu soledad

pude fingir que me encontraba,
cuando en realidad solo acaricié la mitad de mí que se dejaba ver
entre las cortinas de esta inmensa habitación
que es cada uno de los rincones de la mente desquiciada.

He cumplido más fracasos que metas
y más desastres que utopías,
he hecho tantas cosas
y tantas otras que no he hecho,
que el tiempo se me ha echado encima antes de darme tiempo a siquiera mirar los relojes
mientras caía la arena.

...

Acelera y písale,
                            acelera.

...

lunes, 23 de abril de 2018

Nada

He sentido la nada de la que habla la astronomía
y al otro lado no había nada,
tal y como decían,
solo un vasto infinito de vacío existencial
y unas ganas irremediables de suicidarme cuando volvía a mirar hacia mi interior.

Cuando sabes que al otro lado no hay motivos, ni causas,
solo un azar irrefrenable y caoticamente ordenado,
es cuando comprendes la razón de creer en un cielo, un infierno,
y un dios que no nos ve.

Cualquier sufrimiento es mejor
que hacerse a la idea de morir en vida
y no somos nada
y nada es todo lo que quedará cuando no estemos.

Y saltar,
y arrojarse a ninguna parte,
y cortarse las venas,
y clavarse cualquier objeto punzante en la piel,
y ver
que no hay nada que hacer,
más que sufrir por toda la eternidad.

Y sangre a borbotones,
y cicatrices que supuran,
y heridas inclasificables,
y magulladuras que marcan el punto de ruptura
de un alma astillada en mil añicos
de inexorables desastres sin final.

He sentido la nada en una mirada,
en un sentimiento,
en un instante,
y por un momento
he cerrado los ojos
y me he arrojado a ninguna parte,
y creí
que era cierto
eso de que la muerte era la mejor salida,
aunque resultó no haber nada tras el velo
solo un enorme e incierto vacío infinitesimal de dolores y miedos con los que callar nuestros corazones enfermos.

miércoles, 18 de abril de 2018

¿Volverás?

Olas de plata y azul
estelas de luz iriscentes 
entre peces de vivos colores
sabores a salitre marinera
sueños escritos sobre la arena
que viene y van al compás de la marea
espera
a que las notas perfilen la eternidad
y el nacimiento de venus entre espuma de mar
crepita como el fuego al calor de San Juan
hogueras de esperanza y despertar
marejadas nocturnas deambulando por el arenal.

Bandadas de calma estridente en la madrugada
vuelos fugaces que levantan haces de sombras
que se transforman en juegos salvajes escondidos en cualquier cala
y sin palabras queda la memoria de la arena
borradas por el tiempo y la gloria
de una época pasada que miramos y nos reconforta.


Olas de plata y azul
Atlántico desde pequeño
bicicletas y sal
infancia de veranos en el mar
pedaleando por los recuerdos que haces brillar
reverberando en la eternidad
de un instante que se escapa entre los dedos
y ahora veo
dónde estamos y donde están
donde quedan y donde quedarán
y lo vivido y lo que vendrá
y supongo que atino a perfilar la esencia de la paz.

Baladas al calor de un atardecer en la playa
piel bronceada
fotos robadas
labios reconfortantes
que contrastan con la temperatura del agua
y cuchillas en la piel
con cada beso que recubre la tez mojada
y ves
entre momentos de inesperadas ahogadas
la mirada color verde alma
que se fuga en los recovecos del corazón
y perdón, por la escueta acuarela de color
variopinto
y perfilo y afino
las tonalidades que decido
imprimir en el lienzo del destino
la salitre en la lengua perdiéndose entre la niebla del cuento
y acierto con esmero
recomponer lo que tengo en el pecho
sintiéndolo desde muy dentro.

Olas de plata y azul
y el tiempo que todo se lo lleva,
calma entre las horas de sol que quema
siestas a la sombra bajo el frescor de las hojas
y olor a primavera en el aire
y el viento que mece los sueños
y fantasías y recuerdos
y esperanzas y rumbos inciertos
caminando hacia donde nos pida el cuerpo
y corazón en la mano rememorando el verano
y respiro a tu lado y veo la paz
el mar crepita ondulando suavemente en su viene y va,
quedarán nuestras huellas grabadas por toda la eternidad
hasta que la nostalgia las saque a pasear
dibujando la juventud que brillaba en nuestra alma
sal a la calle en pantalones cortos y tirantes
sandalias y pulseras de festivales
que antes de que te pares y media vuelta
y vuelta entera
verás que todo ha pasado sin que te des cuenta del baile
y mientras tanto te queda jugar
a ganar la partida a la vida y soñar
abrir pecho, coger aire y gritar
tus ganas de salir corriendo a la orilla a sentir la libertad.



martes, 17 de abril de 2018

Acabemos de una vez

A veces sería todo tan sencillo precipitándonos al vacío de la existencia.....

que todo acabaría sin que nos diésemos cuenta.

Y no habría lágrimas
ni tristeza
ni noches sin luna.

Y la desesperanza dejaría de cobrar forma para convertirse en una mera marioneta del resto del universo girando sin cesar,
pero sin nosotros.
Y qué libres seríamos volando por fin,
y que bien nos sentiríamos dejando al fin de sufrir.

Y se tensa el percutor de la mente a punto de despedirse
y carga el segundero de la sangre que se escapa entre los dedos
resbalando brazo abajo con el gatillo temblando
y suena un silencio certero a quemarropa
desplomándose la historia hacia el final.
Y un golpe seco.

Sin más.


Mientras * * * el mundo seguiría girando sin que nada hubiese cambiado.

* * *

 Pero descansaríamos. 

* * *

Al fin.

* * * * * * * * * * *

Nos lo merecemos.

viernes, 13 de abril de 2018

Racionalizando lo irracionalmente hermoso

La suerte no existe,
si acaso el azar
y las probabilidades
y qué probabilidades había de toparnos
en este vasto mundo?
Dime,
qué casualidad habría de una entre millones
de conjugar a tu alma invernal y tu mirada de primavera
con mi mirada glacial y mi alma veraniega?
Dime,
cuál es el azar, el número de probabilidades, la suerte de la mala suerte que no existe
más allá de nuestra mente?
Dime,
cuál es?
No lo sé,
ni creo que nos importe ni nos interese,
pero vaya no suerte la nuestra
de poder tener la oportunidad de construir un futuro a partir de un martes 13.

Si eso no es mágico, ni bonito,
entonces qué es?
Qué alguien venga y me lo demuestre.


Y qué cambia?
Qué hay de diferente?
Si solo somos dos mentes intentando luchar contra lo que venga, a contracorriente.

Y a dónde vamos?
Dónde está el camino evidente?
Si solo somos dos corazones abriéndose paso entre la maraña de obstáculos que vienen.


Somos fuerza,
somos apoyo y testarudez valiente,
somos calor en este frío mundo,
somos la razón de todos los martes 13.

miércoles, 11 de abril de 2018

Campos estrellados

El mundo se pierde entre los ávidos colores del atardecer, como esas preguntas que no nos atrevemos a hacer por miedo a la respuesta, no vaya a ser que sepamos la verdad y esta sea demasiado insoportable para nuestro inestable mundo que se sostiene en ese pequeño punto de apoyo.

Y así vamos,
haciendo equilibrios por la vida,
intentando que la existencia se porte mínimamente bien con nosotros y si algo sale mal, miramos hacia otro lado y le echamos la culpa al karma, como si una pseudofilosofía existiese, como si una fuerza superior rigiese nuestros destinos, porque somos humanos y cobardes y preferimos inventarnos dioses antes que asumir que estamos solos y todo lo demás es nada.

Creamos historias que decidimos creernos por temor al vacío que hay al final del camino. Pobres ilusos que sueñan cuando son incapaces de soñar para si mismos
utopías,
poder no es creer,
lograr no es ganar,
huir no es perder,
pero rendirse...
quizás sí sea fracasar.
¿Y qué hay de malo en un fracaso?
Nada,
pero nos enseñaron a evitarlo como al mayor de nuestros enemigos
y así estamos
cayendo sin aprender a levantarnos.

El sol ya se va
y con él las victorias
y llegan las sombras
y echamos cerrojo y pestillo
y nos escondemos haciéndonos los dormidos
como si el destino que no construimos no fuese a encontrarnos.

Y ya no hay vuelta atrás cuando se alcanzó el punto de no retorno. Solo queda tomar aire y asumir nuestras decisiones,
porque lo que queda es todo cuesta abajo
y sin frenos.

lunes, 9 de abril de 2018

Destintando mi sangre por la historia del tiempo

Entre vueltas y arquitrabes
levanté templos y catedrales
suburbios de calles,
sucios portales,
bailes casuales al calor de tus caricias barriales.

Como un llanto de indiferencia,
levanté pasiones y conciencias,
mentes despiertas,
oníricas salidas sin camino de vuelta,
retornables pesadillas que encierran las cuentas.

Abre la libreta y saca un lápiz,
dibújame con esa sonrisa que solo tú sabes,
enamórame a instantes,
hechízame ágil saeta,
no solo las nubes de tormenta nos empaparán, en esta caleta.

Destruí ciudades y levanté imperios
entre la niebla de los tormentos
percibí cantos de muertos
y sin saber cómo hacerlo
me lancé a verlos-vencerlos por mis propios medios.

Qué espero
de tantos miedos,
qué soporto
de tanto tedio.

Solapé inmensidades,
aceché arrabales
y caminé entre vendabales
de sueños inciertos como cuentos de enfermos,
y así pude percibir el tierno aliento de tu cuerpo certero.

A trizas atiza
la vida sin prisa
supuse justicia
y solo pinté delicias en tu risa.

Entre recuentos e inviernos
azucé azucenas de estivales recuerdos
y rehice mosaicos y desdije vidrieras
y sin saber siquiera dónde vivían las ideas
forjé libertades de verdades            allanadas de llamas triunfantes             por ver tu mirada radiante

En este informe baile de Arte mis a raudales,
cazando mi corazón con fechas salvajes.

miércoles, 4 de abril de 2018

Ses chansons seront gravées pour toujours dans mon esprit

La brisa se ha detenido por toda la eternidad
y ya no quedan sueños ni esperanzas a las que agarrarnos
en esta caída libre sin final,
y en fin,
qué le vamos a hacer
ya no hay donde guardar todas las sonrisas que dejamos tiradas por los rincones de la habitación,

y hoy mi muerte estás más viva que mi vida
y hoy mi vida está más muerta que mi muerte

y camino inertemente
por los oscuros senderos del porvenir,
¿para qué seguir?
si todo por lo que luché se ha roto en mil pedazos para no volver
jamás
¿y dónde estás?
tu luz está tan lejos que ya no soy capaz ni de reflejar
y como Escandar caigo en un pozo sin final,
sin risas fértiles a las que agarrarme
y ojalá, joder que todo termine
y se acabe toda esta mierda
en la que estoy metido
desde que ya no tiene sentido la existencia
sin ti.

Todos los cigarrillos que fumamos yacen consumidos como carcasas sin felicidad
y todas las ilusiones se fugaron por la ventana
como el humo que salía de nuestros labios cuando nos besamos por última vez
y tal vez
ya no haya razón para llorar
cuando la lluvia se precipita por mi frente sin más
acierto que perderé en cada derrota.

El pelo empapado y los mechones tapándome los ojos
que no ven
y corazón que no siente
ante toda las oscuridad que se esparce por este juego demente
de luces y sombras entre los epitafios de las tumbas
sobre las que alguien me follará.

Solo quiero encontrar la meta que nunca vendrá.

Y fumar-
me-
el último cigarro de paz

para no alcanzar jamás el perdón de ser yo

antes de llegar al infierno

del interior.


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Ansiada libertad.

martes, 3 de abril de 2018

Buscando palabras para lo que siento por dentro

La vida se me fuga cuando te tengo lejos
y hoy tus besos me faltan y tus caricias me arden en el pecho
porque te quiero
como se quieren a los grandes sueños,
a los sentimientos que no me caben ya en el pecho,
a los vuelos lejanos de la mano ardiendo
de pasión
y en este bastión que es nuestra cama
hoy construyo una trinchera de versos
con la que protegerme del frío temporal que alarga el invierno,
con el que refugiarme hasta que llegue el verano entre tus dedos.

El tiempo se me escapa sin que pueda hacer nada por ello
y hoy no te tengo al lado
así que guardo tu mirada en mi cielo
y tus besos en el corazón
y arrullo la mañana pensando en tu voz.

La vida se me fuga cuando te tengo lejos
y hoy me falta tu calma y tu amor
supongo que por eso escribo dejándome llevar
como en los días en que llevados de la mano nos dejamos atrapar
por las llamas del instante
por los inconstantes conscientes consecuentes
siendo confidentes en tus labios
de atardeceres cálidos.

El mundo parece brillar
aunque no pueda ver tu sonrisa
y el que avisa no es traidor
y ya te digo que he venido a acariciar tu corazón
y darte mi hombro en las noches intempestivas
y mi regazo en las lágrimas suicidas;
y al mundo le digo que lo haré brillar
si así,
con poco, pero mucho,
logro componer un susurro con el que llenarte de colores
el escudo que es nuestro vínculo de otoño
y perdón por traer octubre a tu ventana,
pero las casualidades no se desaprovechan si vienen cargadas de oportunidades.

Y la noche está tan bonita como todos los amaneceres a tu lado
y la mañana está tan hermosa como todos los recuerdos que atesoramos.

Y te beso en la nariz
y te verso la frente
y sonríe mi vida,

que pronto la luna nos dará la clave de la buena suerte.





Siempre en los días 13.

domingo, 1 de abril de 2018

Interminables circunferencias que nos hacen buscar la salida al laberinto; desde su centro mismo

Las desilusiones de una vida se perfilan en el horizonte
y no hay paz y después gloria
si las derrotas se acumulan entre el polvo
como desaires de desastres que no encuentran razón de ser.

Sorprendí a la muerte en mi lecho de nacimiento
y la partida de defunción
quedó subrayada con fluorescente amarillo chillón.

Fecha inexacta destinada a olvidar.

Sonrisa punzante que busca cavar su final.


Calma y mañana en sortilegios atenuantes,
solo los perdedores triunfantes pueden entender la decepción de los ganadores.

¿Dónde quedan los contenedores de basura?

Los añicos del vidrio relucen en estallidos de guirnaldas verde botella
azul cielo esperanza ardiente
atardeceres vigilantes
murciélagos expectantes.


Los regueros de lágrimas chispean entre la pólvora incandescente
y cuando todo estalle en mil pedazos ya habrá tiempo para pensar.
¿Cuánto pudimos hacer
y cuánto decidimos callar?

Y puñados y puñados de luciérnagas atrapadas en la bóveda celeste.

Los reyes del pasado nos observan desde las estrellas.

Y en la cueva veremos sobre la superficie cristalina nuestra verdadera identidad
y nos enfrentaremos a nuestros miedos.

Somos lo que elegimos ser entre los infiernos,
porque ser libre en el cielo es tan sencillo que parece imposible de conseguir;

Así vamos,
que el libre albedrío es algo solo accesible para unos pocos
afortunados

de fingir vivir sin temores infundados al error de nuestras equivocaciones

y anotamos en el calendario con cruces los fallos
y con círculos los aciertos.



Poco a poco abro los ojos y me enfrento a los sueños


y me precipito al vacío
para aprender por fin a volar.