martes, 28 de noviembre de 2023

Poeta del sueño idílico amarillo

Envaso compases de ritmos vibrantes
me lo juego todo a este baile pagano,
cultura de barrio, viniendo de abajo,
somos constantes sin miedo al descaro,
mira que raro este disfraz
sombra del sureste, viento del mar,
olor a Atlántico, mirada curiosa,
cautiva la prisa, cultiva la vida,
que solo nos frenen los límites cuando va de ser asertiva,
para el resto hasta el final,
no mires atrás,
no pongas dudas, ni miedos, ni me intentes parar.

Soy ese horizonte de la libertad,
títere sin cuerdas,
libreta que llevar a cuestas,
mochila que nunca dejar,
¿dónde están las poesías de la felicidad?
Las llevo en las manos,
en mis manos de tierra y sudor por luchar,
conquistar,
ganar,
la vida a compases que nunca dejé de soñar.

Solo avanzando podré terminar
por un día sentir que todo encaja y ya no queda nada más que descansar.

Pero hoy no es ese día, solo me queda ansía,

con la fina línea del mar,
con los versos de las llanuras sin final,
con la risa, con la libertad que sentir una y otra y otra vez más.

viernes, 24 de noviembre de 2023

Apología de una ruptura existencial

En algunas rupturas lo que se rompe es una forma de ver el mundo. Una estructura de valores que se resquebraja
incapaz de volver a reconstruirse tal y como era,
ahí
toda esa cosmovisión que articulaba la realidad
se cae en pedazos
como la arena de los castillos y los relojes
hasta no quedar nada
de lo que un día hubo.

Solo una titánica tarea de reconstrucción del mundo entero,
es decir,
de uno mismo.

Tratarnos con cariño
mientras intentamos
volver a creer en algo
que no sea solo nosotros,
y nosotros mismos.



- Apología de una ruptura existencial

jueves, 16 de noviembre de 2023

Poesía de los destrozos (I)

Una desbandada de traiciones,
un juego de rotos ajenos,
espejos resquebrajados en los que lamentarse
por destruir lo propio.

Poesía de los destrozos.

lunes, 13 de noviembre de 2023

Marsella

En lo alto de la ciudad, en la oscuridad de la noche, 
reluce una basílica blanca, luminosa,
una catedral, allá en lo alto.



- Marsella

domingo, 12 de noviembre de 2023

Solo rompí los espejos para verme a través de otro cristal

Miro a los ojos a los fractales de tristeza,
cristales rotos entre espejos que sabían la verdad,
y me devuelven olas de infelicidad en un mar de tormentas,
de desastres a los que nadie sabe ya poner freno,
pero que están ahí
aunque no queramos
e intentemos por todos los medios mirar a otro lado.

Las heridas todavía duelen
¿Cómo llamamos a esas cicatrices que no cicatrizan,
que son fantasmas que nos visitan en la noche, en la soledad, y sobretodo en la ducha,
Cómo llamamos a esas cicatrices que no cicatrizan?

¿Ruinas?
¿Desastres?
¿Corazón roto?

El futuro se hipotecó en una burbuja especulativa de frágiles ilusiones
y estalló
como estallan todas las burbujas
dejando un reguero de esperanzas despedazadas, muertos por suicidios y de arruinados por bancarrotas de despiadados corredores que se corrían en cada apuesta de despectiva risa.

Y el pueblo,
como siempre,
pagamos los platos rotos
sin saber que quién nos decía proteger
solo arañaba las comisuras de nuestros labios
para vivir a costa de nuestra felicidad.

Distópica vida que se dibujaba en su cabeza.

¿Y yo?
¿Qué pasará conmigo
ahora que camino solo por este camino?

Los senderos sin destino se han abierto,
la esperanza factura a plazos,
y levantar la cabeza es una cuestión de actitud con la vida:

O pisas fuerte al avanzar
O te pisan.

Y yo,
por pura supervivencia,
soy más de crecer en firme
que de despedazarme por culpas ajenas.


Solo mírame a los ojos
y no me pidas que pague por tu tristeza

Porque no lo haré

Nunca más.



Solo rompí los espejos para verme a través de otro cristal.