me lo juego todo a este baile pagano,
cultura de barrio, viniendo de abajo,
somos constantes sin miedo al descaro,
mira que raro este disfraz
sombra del sureste, viento del mar,
olor a Atlántico, mirada curiosa,
cautiva la prisa, cultiva la vida,
que solo nos frenen los límites cuando va de ser asertiva,
para el resto hasta el final,
no mires atrás,
no pongas dudas, ni miedos, ni me intentes parar.
Soy ese horizonte de la libertad,
títere sin cuerdas,
libreta que llevar a cuestas,
mochila que nunca dejar,
¿dónde están las poesías de la felicidad?
Las llevo en las manos,
en mis manos de tierra y sudor por luchar,
conquistar,
ganar,
la vida a compases que nunca dejé de soñar.
Solo avanzando podré terminar
por un día sentir que todo encaja y ya no queda nada más que descansar.
Pero hoy no es ese día, solo me queda ansía,
con la fina línea del mar,
con los versos de las llanuras sin final,
con la risa, con la libertad que sentir una y otra y otra vez más.