Nos construimos desde nuestras miradas, desde los reflejos de nosotras mismas que queremos compartir con las otras, con el resto. Articular respuestas a este sistema que aprieta. Buscar ternura en el caos. Encontrar paz en la amistad.
Revisarnos,
deconstruirnos,
reconstruirnos,
tratar por todos los medios de encontrar nuevas formas de relacionarnos,
intentar que este mundo estéril sea un poco más cariñoso,
un poco más suave,
limar las asperezas,
las esquinas,
tratar de abarcar una visión global,
una mirada completa,
perseguir a la suerte para hacernos camino con los tejidos de su vestimenta,
conseguir que deje el destino de ponernos piedras,
comprender que está en nosotros, en todas, en todos,
la oportunidad de levantar algo mucho más bonito, mucho más hermoso,
un futuro por el que valga la pena soñar
que sea un porvenir equitativo para las de abajo,
un intento por habitar entre cuidados, entre igualdad de oportunidades,
terminando con las clases
y estructuras
que nos oprimen
GRITAR HASTA QUE NO NOS CALLEN
susurrar que nos queremos libres e iguales
Ondear las banderas rojas y tricolores,
sonreír porque ganaremos una vez más
por mucho que nos pongan baches,
abrir las grandes alamedas
Mirar al futuro
y saber que esta vez la vida nos pertenece,
que por fin nuestra vida será nuestra.
Vivir en libertad.
Vivir cómo, cuándo y hasta dónde yo quiera.