Como si me fiara de lo que dijeras
como si no fueras a clavármela mañana.
Elvirus
Mírame a la cara
y miénteme como si no fuese mentira,
como si todo lo que decías
no fuesen palabras vacías,
caminos sin salida
que no llevan a otro sitio
que a la mísera caída.
Yo creía,
yo creía,
yo creía que había todavía
esperanza en la herida.
Me dicen que no llore
que los niños no lloran,
me dicen que no escriba
que los niños no poetizan,
me dicen que sea fuerte
que los niños no se encogen.
Los niños, los niños, los niños estamos hartos de tragarnos vuestras palabras.
Y todo se nubla cuando la vida se acaba,
y donde está la poesía
cuando la risa se apagó como una cerilla
consumida
en el cenicero por querer arder demasiado deprisa.
No hay prisa,
no hay prisa,
y yo me muero
por no dejar hueco a la maldita
mirada rota que solo denota
espejos a trozos y versos en ruinas.
Mírame a la cara
y no me mientas
¿Qué es este loco intento
por reconstruir los pedazos
de lo que fue un nosotros?
Mírame a la cara
y solo olvídate de mí
como realmente querías.
Que se salve quien pueda,
líbrame de todo lo que dije no haría
pues será ahí donde resida la caída,
¿qué harías
qué harías
si todavía quedase sentido en la brisa?
como si la poesía concurriese en esta rutina
que se desgaja entre sonrisas tristes que queman.
Agacha la cabeza
y no me mires desperdigar mis rotos,
ten la decencia
de darme intimidad
al desvestir mi amor y mis vergüenzas,
como si todavía valiese la pena
drenar las penas,
llorar las almas yermas,
fingir que queda esperanza
en esta sucia ruleta de club de carretera.
Deja los trozos,
deja los trozos,
finge que alguna vez hubo un nosotros
puede que así la herida de tanto arder
suture y ya no sea una cicatriz abierta
que solo consume y quema
los sueños de salir ileso
en esta partida de malditos poetas.
Agacha la mirada
y deja mi inocencia
quebrarse sin retorno
en esta ruptura sin vacíos ni caídas
¿Qué harías
si hubiera habido futuro en la vida?