sorprendí a la vida
toqué fondo en los cuentos
y comprendí donde estaba la salida.
Salté versos como poesías
y canté canciones
que eran sonrisas
y ahora que nada me queda
solo en la noche encuentro alternativa.
Sorprendiendo el instante
haciéndolo eterno,
soplándole al tiempo
que el viento se pasa,
no quedan palabras
y momentos inciertos
comprendo el momento
y lo hago pretérito imperfecto,
pluscuamperfecto incierto.
Aplaudo el paso,
la vida con vasos
miradas de vidrio
cerveza en las manos
sorpasso los rastros
de risas lejanas
no hay caladas
que queden en besos,
en nada.
Caricias de infarto
legitiman el momento
el encuentro
el tempo
el clásico fragmento
de poemas de aliento
solo soy un terco
soldado de hielo
el invierno se ha puesto de largo
y yo ya no quiero el vestido,
el sombrero.
Quizás no lo niego,
quizás no lo quiero,
quizás no comprendo
donde quedaban nuestros juegos,
y saliva de labios
poesía de manos,
versos de agravio
en tu espalda de alas
de sueños fugados.
Nos quedan los cielos
nos queda el mañana
y sin salida, alternativa ni palabras
solo te miro
para que sepas lo que callabas
cuando la vida giraba
en las noches cálidas
entre ríos, mares y montañas.
¿Por qué no nos vemos
cuando se apagan las luces,
las nubes,
los miedos?
Sorprendernos
instantes infinitos, fugaces, voraces, inciertos.
No queda aliento
respirémonos por dentro
respirémonos por dentro.
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