sábado, 31 de agosto de 2024

Viladesuso

Cuando la bruma invade la costa, el paisaje se torna puro misterio esotérico. Una vista onírica en la que se entremezclan magia y realismo. Un portal a otro mundo entre los resquicios que asoman entre la blanquecina niebla. Un vaporoso recuerdo difuso entre el tiempo.

jueves, 29 de agosto de 2024

La tarde en Viladesuso

La apacible tarde
entre música, brisa y letras,
el sol en lo alto
declinando
y el tiempo
que se desliza
sin nada más que hacer
que fluir.

Y así discurre todo:
entre conversaciones fugaces
y sonrisas sinceras
mientras se destila la pura esencia
del serán descansando.

Libre,
el día,
la tarde,
la luz
y el mar que brilla.

Libre
con voces y música de fondo,
escribiendo poesía.

domingo, 25 de agosto de 2024

Frente al Atlántico

La inmensidad del océano se escurre entre la bruma mientras el tiempo se dilata, elástico, como la luz del sol diluyéndose en la puesta de sol.

La calma me embarga, teñida de una pegajosa melancolía,
inevitable
en el final del día,
en la llegada de la noche.

Es extraño que un lugar tan común sea lo pequeños y solos que podemos sentirnos cuando llega la oscuridad. Quizás es que estemos demasiado acostumbrados a resguardarnos de lo desconocido. 

¿Quién sabe?

Y mientras tanto el sol desaparece en el infinito del Atlántico.

Me fascina escuchar historias de vidas que anhelo

La poesía de los encuentros
de las vidas fugaces que se cruzan como el fuego de los besos
chispas de memorias compartidas
ardiendo entre los dedos de lo que vivimos en los ojos que no son nuestros.

Incandescentes momentos
consumiéndonos como sueños
quizás entre lo que fuimos
descubramos quienes seremos.

Mientras tanto
soy lo efímero del encuentro.



- Me fascina escuchar historias de vidas que anhelo

miércoles, 21 de agosto de 2024

Pasos

A los 27-28 años decidí darle un giro a mi vida, quizás no fue de golpe, sino gradual, pero en ese tiempo comencé a pensar que quería orientarme a otra cosa; de forma lejana, pero el poso de la reflexión estaba ahí. Viajar se comenzó a convertir todavía más en una obsesión, aunque no sabía todavía qué haría ni cómo lo haría.

Sin embargo durante ese margen de tiempo, poco antes, desde los 26, comencé a descubrir el mundo erasmus y a volver a tener amistades. Nunca me descubrí tanto a mí mismo como en esos años. Tanto en el amor, las amistades, las relaciones... Me descubrí y supe qué quería y qué no. Otra cosa es que haya sabido respetarme a mí mismo y darme lo que necesitaba y quería. Pero ahí lo descubrí.

A los 27 en Francia comencé a saber que quería ser monitor, que quería viajar. A los 28 comencé a trabajar de monitor. Aunque no sería hasta los 30 que me decidí a convertirme en guía y vivir viajando.

Al final la vida son pequeñas decisiones que nos traen hasta donde estamos, sin ser conscientes de que podemos o no lograrlo.

Poética de la amistad

Escribo de nuevo frente al paisaje que discurre delante mía a toda velocidad. Ante mis ojos los pueblos suceden y la Cordillera Cantábrica, con todo su verdor, se mantiene como una constante en la mirada. Mientras esto sucede leo Palabras en la arena.

Somos palabras en la arena que cuentan vidas de lo que nunca sucedió, mientras la marea se lleva nuestros recuerdos.

Así, ante esta perspectiva melancólica de verdes prados, altas montañas y una constante neblina que baña el ambiente por el que el coche pasa, decido escribir a Clementine una carta que llevo pendiente de enviarle desde Mayo.

Y es que ella se fue a recorrer Francia caminando durante los meses de junio y julio, aprovechando el verano. Para finalmente llegar a España y reencontrarse con su madre para finalizar el Camino de Santiago. En ese momento, con un poco de suerte, podremos encontrarnos los dos en Galicia, ya en septiembre.

Y es que la oportunidad de poder volver a vernos, después de casi dos años, me embarga de ilusión. Y pese a que tardo en contestarle siempre, estoy deseando poder verla y relatarle en persona todos estos meses de vivencias.

Aunque haciendo recuento rápido mental, siento que no he hecho gran cosa, sé que no es del todo cierto y por eso lo mejor será desgranarle todo con más o menos certera precisión, con más o menos melancólica poética de la composición; como si así, de algún modo, pudiera atrapar el instante, atesorarlo con la mano y hacerlo pequeño destello con el que iluminar nuestras miradas durante unos breves segundos de tiempo. Al final la magia de la amistad es vernos crecer junto a nuestras amistades. Soñar... A fin de cuentas. Mirar a la vida, abrazarla y sonreírle sabiendo que somos felicidad gracias a quien nos acompañan en esta vida. Y a mí, con mi gente, se me llena el cora y el alma.



- Poética de la amistad

Las vueltas en el laberinto

La vida es un laberinto sin más salida que la muerte, por eso el camino consiste en tratar de encontrarse sin perderse demasiado en las tinieblas que habitan en nuestro corazón. Jugar a las luces y sombras
conscientes de que el juego
terminó antes de empezar.

Somos las heridas que habitamos
mientras la libertad aspira a vivir en nuestro corazón.

domingo, 18 de agosto de 2024

Campamentos para sembrar no desconocimiento

Hay algo de frenética en la vida de campamento, de etéreo, de volátil. 2 meses de máxima intensidad. En todos los sentidos. Emociones intensas, amistades intensas, niños que llegan y pasan... No frenar. A fin de cuentas.

Es un poco como decía Bauman. La vida líquida. Creo que es como mejor se definen los campas: como vida líquida. 2 meses de pura intensidad.

Llega hasta el punto de convertirse en pura necesidad.

Obsesos de vivir a toda velocidad.
De no parar.
De intentar atrapar el instante por toda la eternidad.


Locos aferrados a la frase de si paras mueres.

Salvando de los destrozos
como buenamente se puede
la salud mental.

Sonreír para aguantar un día más.

Llorar por exceso de felicidad.

Sufrir por mínimo de bienestar.

Las dos caras del campa,
jugando a ver cual impera más.

Al final quedará solo eso:

Los recuerdos


y la libertad.



- Campamentos para sembrar no desconocimiento

sábado, 17 de agosto de 2024

¿Lo recuerdas?

Recuerdo aquel verano de 2014 en el que me propuse hacer todo lo posible: viajar todo lo posible, disfrutar todo lo posible, ir a todos los festivales posibles, quedar con toda la gente posible... Era, a fin de cuentas, mi verano antes del Erasmus, y hervía en mi piel la necesidad de exprimir la vida al máximo. Ese verano fui al Arenal, al Festival do Castro, el cumpleaños de Lily, quedé con los de teatro, salí por Coruña, estuve unos días con la Yaya y con Brais, fuimos a Madrid... Fue un verano en el que la vida valía la pena.



Y ahora, 10 años después, lo echo de menos. Echo de menos sentir que la vida valía la pena podía hacer lo que quisiera. Echo de menos exprimir la vida como si fuese el último día en la tierra.



Echo de menos viajar cuando quiero, quedar con mis amigos cuando quiero... No tener que dedicar tanto tiempo a la pareja.

Echo de menos que mi vida sea mía.

Echo de menos mi felicidad, mi autoestima.



Quiero tratar de encontrar la forma de que la vida se me devuelva



- ¿Lo recuerdas?

miércoles, 14 de agosto de 2024

Soliloquio de la monotonía

Soy incapaz de ponerme en pausa,
de sentarme en un parque y permanecer allí
sin hacer nada más que leer y mirar el paisaje, 
la gente que pasa,
la brisa en las hojas,
los aromas de las estaciones desgranándose en la mirada.

¿Quizás estoy demasiado acostumbrado a todo y a nada? ¿He permanecido demasiado tiempo sin que ocurra nada?

Puede que sea esa monotonía
que poco a poco a todos nos apaga.

Pero ahora mismo me siento incapaz de no disfrutar de la vida,
de sonreír con ganas.

Solo estoy

así

sin más

mientras el tiempo pasa.



- Soliloquio de la monotonía

Ritos de iniciación

Existe en los ritos de iniciación una mirada huidiza que buscamos, pero que se nos escapa,
un algo
que pese a no poder nombrar
en ese instante y lugar reside toda la magia
de los cruces de caminos,
de los momentos en que debemos tomar decisiones
que se encuentran por encima de nosotros
y que marcarán nuestro devenir.

A fin de cuentas, 
dichos ritos
no son otra cosa que el paso de la infancia a la edad adulta,
la certera certeza que nos susurra que algo se fractura para no regresar jamás y solo permanecer nosotros
tras el renacimiento
que supone
el habernos reconstruido de nuevo:
Otras piezas diferentes para un mismo cuerpo.
La definitiva sentencia de que ya nunca nada será lo mismo.


Y pese a todo ello
si lo hemos hecho bien
sabremos rodearnos de aquellos amigos
que permanecerán por mucho que pase el tiempo.

Y ahí residirá otra de las magias del momento:

Dar el paso
rodeado
de quien te invita a volar,
de quien te reconoce con todas tus aristas y grietas,
con tus luces y sombras,
con tus aciertos y errores
y pese a ello,
te acompaña y no te juzga.

Amigos
así
son los que hacen falta en este mundo tan incierto.





Y es que cuando desaparezcan los miedos que nos inmovilizan
y nos impiden caminar recto
habremos dado el gran paso
para robarle segundos al reloj de arena que es este inmenso tiempo
que jamás nos correspondió vivir y que siempre nos estará vigilando a lo lejos.

Vidas que atrapar incapaces de encerrar al segundero entre nuestras manos.

Intentos sutiles de sabernos eternos.

En eso consisten esos ritos.

En tratar de creernos eternos.



Y al final
solo nos quedarán los recuerdos
y el vacío que se respira cuando finalizan las oportunidades
y ya solo se escucha el viento.


Libertad, sí,
pero ¿a qué precio?




Morimos por el camino,
para sabernos despiertos.

Preludio: Ritos de iniciación

Los ritos de iniciación, el paso de la infancia a la edad adulta, los amigos que permanecen por mucho que pase el tiempo, los secretos que nos asfixian y nos estrangulan la garganta. Miradas que nos reflejan quienes fuimos, quienes somos, quienes seremos. Las vidas que creamos sin darnos cuenta al tomar decisiones sin margen de tiempo. Los segundos del reloj, vigilándonos a lo lejos. Intentos sutiles de sabernos eternos cuando desaparezcan nuestros miedos. Solo nos quedan los recuerdos, y el vacío que se respira cuando finalizan los segundos del segundero.

domingo, 11 de agosto de 2024

Calma frente a la orilla del embalse

La brisa de verano
directa de la sierra,
aroma del Xurés
mientras en el embalse
declina la tarde.

El agua que fluye
como el tiempo
en el reloj de la hierba cimbreante,
que fluctúa
acompasando el acompasado paso que acompasa el paso del tiempo
fluyendo como el agua.

Todo permanece en este cambiante paisaje
y solo yo,
constante,
cambio
en la brisa de verano que todo lo abarca.

Madrugadas alicaídas en el cansancio post...

Me da vértigo el absurdo
jugar a revolotear como una mota de polvo que se percibe solo gracias a la rayita de sol que se filtra por la persiana,
tratar de aferrar el instante
consciente que desde el minuto uno se escapa.

Ver

que se apaga la vida,
la suerte,
la magia,

Y pese a todo

seguir
como si no fuese solo cuestión de fuerzas
y de voluntad.


Mirar como si algo más importase en este lugar
y percibir el paso del tiempo
y comprobar que nada de todo eso importa ya.



- Madrugadas alicaídas en el cansancio post...

miércoles, 7 de agosto de 2024

Aquí nos vimos creciendo (Pub Gallaecia 9 y 5 años después - 2015 - 2019 - 2024)

Refugio de historias, noches y amistad,
de lugares que convertir en espectadores del soñar.

Hoy os he echado de menos:
a mis Bellotas, a Clementine, a mis amigas de Logroño, a Mireia...

Bailando,
recordando,
narrando anécdotas de bajar en furgoneta borrachos,
de bañarnos en el embalse y salir tiritando,
de pinchar nosotros la música
y en la rueda gigante seguir fotografiando
el instante, la felicidad.
No parar
de jugar al billar,
de entender el concepto tener calle con Sara,
de frente a frente riendo con Mireia,
de bajar haciendo eses por la carretera viendo las estrellas
agarrado de Esther para que la vida no nos pierda.

Cruzar el puente,
como quien cruza al futuro,
al pasado,
de comprender que aquí nacieron algunas de las amistades que más me marcaron,
que hicieron de mí quien soy ahora y definieron mis pasos.

Mirar a Clementine y sonreír pensando que nos quiten lo viajado,
comprender que atesoramos sueños parejos,
de brillar pupilas sabiendo lo que significa querer en la fragilidad, en la vulnerabilidad, en el más amplio sentido de la intimidad, celebrando ser amigas toda una vida en la que nos queramos acompañar.

Brindar por quienes somos, por quienes aspiraremos a ser, por quienes nos abrazamos
para quitarnos los miedos y el frío.

Tenernos
como si los relojes por aquí no hubieran corrido.

Y ver de dónde ha salido tanta nostálgica felicidad.

Mirarnos
y sabernos volando en libertad.



- Aquí nos vimos creciendo (Pub Gallaecia 9 y 5 años después - 2015 - 2019 - 2024)

martes, 6 de agosto de 2024

Frente al embalse das Cunchas

Se han ido ya los niños y tumbado frente al embalse el tiempo discurre lentamente, como esas nubes que se desplazan perezosas, con calma. Una vez estas se retiran, el sol calienta con fuerza.
Se escucha el murmullo del agua en la orilla.


* * *


Voy a bañarme tras leer a Vicente Aleixandre.

domingo, 4 de agosto de 2024

A la sombra de los robles os pienso viendo las estrellas (Frente al embalse das Cunchas en Muiños)

En este embalse de sentimientos nostálgicos
de años pasados, de recuerdos nunca olvidados,
me siento en su muro frente a sus aguas
mientras pienso en esa puesta de sol que nos bañaba
en el que en una fotografía celebrábamos la amistad que nos unía.

Poesías a la sombra de los robles.

Abrazos de rostros que habitan en mis pupilas,
besos y sonrisas en un baño,
noches de estrellas tumbados,
risas y vidas compartidas durante unos días y ardiendo en nuestras almas durante años.

Y pienso en en mis amigas, y en mis primeros amigos,
y en Clementine
y en Mireia
y en toda esa gente que quería mantener a mi lado 
y que por suerte lo he logrado.

2015,
2019,
y ahora 2024,
mirando al embalse
y marcando mis pasos.

Mi primer campo,
mi primera pandilla,
mi primer campa volviendo a donde me convertí en quien soy y seré durante años.

Mi atreverme a soñar,
mi atreverme a dejarme cuidar,
mi nostalgia de encontrarme siendo quien quiero ser en este mundo del monitorado.

Decenas de recuerdos que atesoro, frágiles, en mis manos.

(Y también un camping en Muiños con Laura, dejando que el tiempo nos pausase la vida entre sonrisas.)


Estoy frente a este embalse sentado,
disfrutando de la noche,
bajo las estrellas,
a la sombra de los robles,
sin nunca haberos olvidado.

Gracias por seguir en mi pecho, a mi lado.



- A la sombra de los robles os pienso viendo las estrellas (Frente al embalse das Cunchas en Muiños)

sábado, 3 de agosto de 2024

Análisis poético sobre nuestro presente

Habitamos en las esquinas de los márgenes,
en los espacios de los nadie
donde no se sabe
cuando comienza la suerte y cuando el capitalismo.

Hábitats de sitios fríos,
sentimientos al vacío
incapaces de poner en sitio
nuestros miedos, nuestros destinos.

Sucumbimos a los tristes caminos
y tratamos de tumbar muros por principios,
sutiles intentos
de jugar a querernos
desde lo frágil, desde lo impuesto.

Escribir poemas de aliento
versos que sean armas para cuestionar los cuerpos,
lo incierto, los amores, la socialización que hacemos,
somos rimas al viento
acariciando nuestras fragilidades,
celebrando las redes que tejemos.

Somos los márgenes rompiendo,
derribando, soñando, sonriendo,
los espacios de los nadie
convertidos en los espacios nuestros.

Juguemos a terminar con su juego,

cuando reconozcamos el infierno
asaltaremos el cielo.



- Análisis poético sobre nuestro presente