Se han ido ya los niños y tumbado frente al embalse el tiempo discurre lentamente, como esas nubes que se desplazan perezosas, con calma. Una vez estas se retiran, el sol calienta con fuerza.
Se escucha el murmullo del agua en la orilla.
* * *
Voy a bañarme tras leer a Vicente Aleixandre.
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