domingo, 25 de agosto de 2024

Frente al Atlántico

La inmensidad del océano se escurre entre la bruma mientras el tiempo se dilata, elástico, como la luz del sol diluyéndose en la puesta de sol.

La calma me embarga, teñida de una pegajosa melancolía,
inevitable
en el final del día,
en la llegada de la noche.

Es extraño que un lugar tan común sea lo pequeños y solos que podemos sentirnos cuando llega la oscuridad. Quizás es que estemos demasiado acostumbrados a resguardarnos de lo desconocido. 

¿Quién sabe?

Y mientras tanto el sol desaparece en el infinito del Atlántico.

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