domingo, 30 de marzo de 2014

"Crecer"

La primera vez…

La primera calada, tos y ojos llorosos. Todo son risas, relax y tranquilidad. Tonterías, chorradas, chistes. Tranquilidad, irrealidad, sueño. No hay nada de que arrepentirse ¿no?

La primera borrachera, euforia y alegría. Eres el dios del mundo, todo puedes hacerlo y no hay nadie que pueda detenerte. Noches épicas. Lagunas. Mañanas en las que el mundo da vueltas y no sabes ni que ha pasado ni si la has cagado. ¿Le habrás dicho a alguien alguna estupidez? ¿Puede que debiera arrepentirme de algo de lo que hice?

Los primeros alucinógenos, fracciones de tiempo y fractales de colores. Tu mente razona más rápido que el segundero del reloj. Tus problemas e ideas se intensifican, pero no hay nada que impida encontrar una solución. Los colores cambian y los objetos se mueven. La realidad es diferente ¿Qué podría pasar para algo fuese mal?

El primer tripi, plenitud, el mundo está en mis manos. La realidad está en tu palma y el mundo en sintonía contigo. La felicidad se mide en la cantidad de ácido que hayas tomado. ¿Existe algo mejor? O ¿me he salvado de milagro de un mal viaje?

La primera pastilla, la primera vez que pruebas MD, la primera vez que descubres el cristal… Experiencias inolvidables, increíbles, supremas. La propia droga se define a sí misma: éxtasis. Y como ella todas las demás. ¿Acaso hay algo mejor que estar bajo sus efectos? ¿Me puede dar la mala o es un mito?

El primer pico, paz, evadirse. Por fin sientes lo que muchos antes que tú han vivido. No hay sensación más placentera. Huyes de la realidad, de los problemas, pero estos siguen ahí. Paro, explotación, drogas, sida. Toda una generación ha sido exterminada por lo que ahora corre por tus venas, la miseria humana en su máxima expresión. El viento trae notas de tristeza y silencio sepulcral. Familias enteras destruidas por sus efectos. Tu vida pende de un hilo en el vacío. Ahora eres feliz, ¿pero luego? ¿Qué hay después?

Vivencias, sensaciones, sueños y deseos de huir. Todo parece mejor con ellas, pero ¿de verdad es todo perfecto? ¿Hasta cuándo?

Yo pregunto:


 ¿Valió la pena? 

jueves, 20 de marzo de 2014

Vínculos, cadenas y libertad

Las personas solo son estorbos, vínculos innecesarios que te impiden ser libre.
La soledad es la única fuente de libertad. ¿Acaso no es tu vacío propio ese lugar al que acudes cuando buscas respuestas? ¿Acaso no es allí donde te refugias en momento de tristeza o dolor?
La soledad es el único lugar donde se es completamente libre, donde nadie te dice que hacer, donde nadie opina, donde nadie juzga.
La soledad es el único lugar donde puedes tomar tus propias decisiones sin importarte nada ni nadie, sin vínculos que te aten.
Las personas solo son vínculos que entorpecen la búsqueda de la libertad. Cada vez que haces algo siempre tienes que pensar en el ¿qué dirán, qué opinarán, le sentará mal a X persona?
Las personas solo son obstáculos, vínculos que te atan. Los vínculos solo son trampas, cadenas que te encierran. Las cadenas solo son dolor, cárceles de cristal desde las que pretender sentirte libre.
La soledad es la única fuente de completa libertad, porque los vínculos solo son estorbos fugaces a la espera de dañarte.

Romper los vínculos te hace libre, romper los vínculos te evita dolores innecesarios, romper los vínculos te hace fuerte. Romper los vínculos, es en definitiva, el único camino hacia la libertad.

miércoles, 5 de marzo de 2014

El secreto de la felicidad

El secreto de la felicidad no es acostarse con alguien, sino tener alguien con quien levantarse.
El secreto de la felicidad es tener a alguien a tu lado cuando te despiertas, poder observarle y ser tu la primera persona que ve cuando esta se despierta.
No tiene porque ser una pareja, lío o algo por el estilo; sino simplemente alguien a quien quieras y aprecies; alguien que sirva para darte un motivo por el que levantarte y sonreír nuevamente al comienzo del día; alguien con quien compartir la felicidad; alguien, simplemente, que sea importante para ti.
El secreto de la felicidad no es acostarse con alguien, sino tener alguien con quien despertarse.