viernes, 31 de agosto de 2018

Una noche de finales de agosto

Hace calor en esta noche de finales de agosto.

La noche es profunda en toda su negrura
y yo miro al horizonte buscando el siguiente paso para no pisar en falso
en este baile de luces y sombras
que es la vida que buscarías cada día
tratando de encontrar la salida
que ponga arriba
en el cartel
punto de fuga a la vista
y sonreiría
al ver que continúa la partida.

Hace calor en esta noche de finales de agosto
y mi rostro
perlado de sudor
como el sol que pongo en el espejo
por miedo a que la lluvia me haga viejo.

Hace calor en esta noche de finales de agosto
y absorto
en las sombras de la noche
veo luz en cualquier parte
para seguir caminando hacia adelante
Libertad.

sábado, 25 de agosto de 2018

Seré tus sombríos pensamientos

Soy la sombra que ves desde la ventana
acunando su ansiedad.
La Noia del Semàfor


Soy un pedazo de cielo caído
una lengua de fuego de tu propio infierno
soy
sencillo cuento certero sin final feliz
fábula que no te enseña nada por lo que seguir
sutil sinsentido de vuelta
camino sin señales que sepan
marcar la salida a tanta incerteza
a tanta duda interna
a tantos miedos
tantos sueños
tantas pesadillas que cargar a cuestas.

Soy un trozo de espejo
añicos de cristales que tiñen de negro
los ríos escarlatas del cuerpo
herida abierta sin cicatrizar
supurante existencia sin final
pútrido juego que te invita a saltar,
soy
la bruma en la mirada
las noches sin luna pasadas
todas las preguntas eternas sin respuesta
un acorde triste de guitarra que reverbera
en la fina hebra de tiempo que lleva
el viento al vacío incruento del oscuro silencio.

Soy la sombra que ves desde la ventana
acunando,
sangrando,
masticando,
su ansiedad
por siempre jamás.

viernes, 24 de agosto de 2018

Entre los rincones de mi habitación siempre me topo con mi corazón llamándote

Colecciono sonrisas entre albumes de fotos
que llevarme a la cama cuando no tengo tu espalda
para perderme entre los poros de tu piel.

Sucumbo al sueño de evocarte cerca cuando estás lejos
de sentirte lejos cuando estás tan cerca que una pantalla es la única distancia que nos separa
y kilómetros a cuestas de metas que tocar con los dedos.

Despliego acuarelas de deseos
cuando te siento en mis recuerdos
y los atardeceres huelen a Atlántico
y arena entre los dedos
y salitre en la piel
que quitarte poco a poco como si fuese la ropa
en una noche de estas en que nos perdemos el uno en el otro
y construimos utopías
y pintamos momentos
difuminando el límite entre los cuerpos
siendo instantes de miradas y voces entrecortadas
y dos respiraciones en una diciendo te quiero.

Coloco por la habitación todos los regalos que esperé una vida tener
mientras el mar me traía la melancolía de tus ojos color otoño
que me faltaban en los agostos de mis años
esperando sentado
en las rocas, buscándote en el horizonte de mi caminar.

Arranco hojas del calendario
y secuestro minutos al reloj
tratando de jugar cual dios con el tiempo de la existencia
ángel sin rumbo viendo todo pasar desde una cuneta
cuando no están tus sonrisas para iluminar esta infinita carretera.

Deshago castillos de arena
y manos de naipes
sacando las cartas por un futuro
y apostando al todo o nada por los sueños
de tu mirada esperanza
viviendo a toda velocidad
alcanzando metas, sobrepasando destinos;
saliéndose del camino marcado
para que solo el silencio sea nuestro aliado
entre las sábanas de tu edredón
en este infinitesimal baile de dos al compás de nuestra canción
dulce sabor al llegar a rozar
en tus labios todas las sensaciones que definen la palabra libertad.

jueves, 16 de agosto de 2018

¿Dónde estarán?

Podríamos hablar de la luna, de cómo capta el mundo en un instante y lo refleja en una reluciente tela de araña de recuerdos saboreados entre los dedos, como esos banquetes que dejan pringosos los dedos y golosamente los rechupeteamos. Y la música baila al compás de una danza de atardeceres de la Ría, mientras en su retina pasan por delante, cual película de la imaginación, las ilusiones de una vida soñada.

Podría jugar a atrapar la imagen fotográfica y me resultaría imposible con la escasa pericia verbal de la que dispongo. Si fuese libre y la vida una propiedad bajo mi control, elegiría apostar al futuro y lanzarme a la aventura del viaje; dejando atrás kilómetros con la fugacidad del vivir deprisa, siempre un paso por delante del presente, puede que así logre dejar atrás la ineficacia del presente y regodearme en la certeza del
Ubi sunt.

Donde yo quiera.

Y sonreír con la palabra libertad en los labios
y el pelo al viento alborotado.

Feliz.

Elegía tu mirada

Ojos de primavera
mirada de cristal
dedos de tela
olas al viento de mar.

Voz de entre brisa
espalda sobre arena
piernas de fuego
relucientes reflejos de tu marea.

Sonrisa de otoño
refugio de mi tierra
labios de caricia
devoran y brindan fuerza.

Estrella del horizonte
olores de paz
frágil sol de octubre
dulce sabor a libertad.

Me reconozco en el afecto que por mí mismo profeso

He aprendido a quererme con todos mis defectos y virtudes,
a acariciarme el alma cuando llueve
y a sacar sonrisas entre el humo de tus labios.

He aprendido a versarme aunque tropiece en el camino
a perdonarme en los errores
y admirarme al reconocerme tal y como soy.

He aprendido a soñar futuros
a sentir paz cuando me recorres la espalda
y vivir mientras quede cuerda para rato.

He aprendido
por ti
por mí
y por todos nuestros atardeceres que veremos
a ser feliz
a querernos sin temores ni miedos.

He aprendido
y la vida se parece mucho más a todo lo bueno que tengo.

He aprendido a que soy tu más puro verso.

viernes, 10 de agosto de 2018

Sueños viajeros al calor de tus dedos

Hacemos viaje en cada kilómetro de nuestros ojos
mochilas a cuestas de apuestas
al futuro de todo o nada
de horizontes en tu mirada
luces del alba de tu rostro esperándome despertar cada mañana
abriría grietas y disiparía tormentas
con llegar hasta las curvas de espera incierta
descendiendo por tu vientre de saeta
que despierta mis ansias de alcanzar la cumbre de tu pecho
labios de cereza
que mordisquean pellizcos de mi cuello
erizando las cuentas eternas de tiempo
hasta hacer nuestros
los instantes de libertad encontrándonos en nuestros cuerpos.

Sueños viajeros al calor de tus dedos.

Hacemos viaje en cada centímetro de los deseos
arropándonos en las sábanas de olas que nos llevan lejos
hasta tocar el cielo
rozar el momento
ser encuentro en un presente eterno.

Sueños viajeros al calor de tus dedos.

Viniste sin yo saberlo
para llenarme de atardeceres el espejo.

Sueños viajeros al calor de tus dedos.

miércoles, 8 de agosto de 2018

Llorar sobre una canción de medio lado

Luna de mediodía
sorteamos los obstáculos
rasgueando un llanto de guitarra
en medio de las tormentas de palomas
que nos harán viaje
hasta lograr alcanzar el más allá
de un horizonte que se aleja a medida que nos acercamos.

Sol de medianoche
sorprendimos las incongruencias
de un viento de desastres
que pronosticaban dioses caídos
olvidados intentos de volar
hasta el apocalipsis más cercano
sagrado corazón de mi piel
escamada en resquebrajadas miradas
de victorias.

Podría saltar al vacío
y echarme a caminar entre los senderos
de ríos de brisa
y tocaría las nubes
bajo las plantas de mis pies
desnudos cosquilleos que cortan las yemas.

Podría fingir el destino
y acertar las cartas sin mirarlas
ful de ases en mi bolsillo
picas de razón
al caer al juego
de todo lo elegido.

Luna de mediodía
dibujamos soles
de todo lo que quisiste lograr
y entre millones de alas
las plumas descendieron
dejándonos ver más allá
siempre más allá.

Sol de medianoche
esbozamos lunas
de medio lado
sonrisas sin cuidado
tratando de alterar el vaho
que sale de los dedos
atrapando el camino
camino
camino siempre un poco más allá.



Apocalipsis suicidas sacrificando sueños
para alcanzar sueños
para tocar sueños
para ser sueños
de una canción de medias
sonrisas sin cuidado.


Que bonita está Katagena esta época del año.

lunes, 6 de agosto de 2018

Mar como metáfora de vida

Las gaviotas sobrevuelan un cielo de un gris melancolía, surcando tristezas por las soledades del horizonte, por las sonrisas del ayer que se pierden con la corriente de un mundo que dejó de sentir más allá de los reflejos del sol en su mirada.

El mar, los mares, el océano, todos tan iguales, todos tan semejantes, todos tan únicos en una solitaria e inmensa masa de agua que se desplaza por todo el globo haciendo una la eternidad del inmenso cuerpo celeste llamado Tierra,
y sin embargo
tan diferentes todos en esas pequeñas sutilezas color mar de fondo en la tristeza de sus ojos.

No ha visitado todos, ni mucho menos muchos, más bien unos pocos con los que juguetear a las olas en verano, con los que perderse en la fría sudoración de recuerdos en invierno; no ha visitado muchos, pero conoce todas sus sutilezas como si fuesen esas líneas de la palma de la mano que en realidad nadie se sabe de memoria, no lo suficiente como para hacer una estéril analogía de sabérselo de pe a pa la palabra papá.

Madre anoche en las trincheras bajo el fuego de metralla.

El Atlántico, con toda su bravura, con toda su calma, toda su fiereza y toda su magia, sonrisas de verano, caricias lastimeras de invierno, ni siquiera es el mismo mar en Galicia que en Portugal, en Coruña que en Vigo. 
En la Ría tiene una esencia de primavera, un pequeño susurro de tiempo constante al que llamar hogar meciéndose suavemente entre las bateas,
mientras que en Coruña es un plato en calma que rompe con fiereza, un lienzo sobre el que verter a cuentagotas los instantes de las puestas de sol.
Portugal sabe a mar,
y los azulejos y empedrados se pierden por sus calles hasta rozar el atardecer y la salitre vuela y el aroma lusitano se adhiere en la piel como en un diario de folios con el que hacer repaso del día a día de un otoño que se desgrana en la memoria como hojas en el calendario.

El Cantábrico huele a libertad y a brezos y tojos y acantilados,
y bosques y acampadas
y playas de arenas negras y aguas claras
y vías de tren que se desdibujan en las laderas al paso lento de un Feve que alcanza cualquier rincón que ningún ser humano se atrevería a explorar por si solo.
Y es calma
Y es paz.

El Mediterráneo es pantalones cortos y chanclas
y cervezas de pandilla en una cala escondidos del mundo cuando el sol se va,
es juventud nunca vivida,
es infancia quincenal cada verano aprendiendo a bucear.

Las gaviotas sobrevuelan un cielo gris que predice tormenta y aguaceros, tarde pasada por agua bajo la capucha que gotea con cada mechón de pelo empapado.
Y ojos tristes de melancolía
y Atlántico del norte francés
y luz de mar en Irlanda
y sonrisas de atardecer en Ericeira y Caldas
y hogar en la Ría
y Monte Alto en el alma.
Y las gaviotas sobrevuelan un cielo gris que presagia relámpagos de tristezas y truenos de soledad, aderezado por ansias de navegar y navegar surcando el océano hasta encallar en una isla de ensueño en la que tumbarse por toda la inmensidad del horizonte futuro
con todo el tiempo del mundo para sencillamente recordar.

Me tumbo a soñar en la luz de tus ojos

Imagino futuros con acento extranjero que chapurreamos aprendiendo
entre las sábanas de soñarnos juntos y despertarnos con sonrisas de buenos días
y miradas que reflejan atardeceres en el Loira.

Enamorarse es algo así como dar la mano a quien nunca te dejará caer
y caminar
caminar siempre lejos tratando de ser siempre mejores
en los juegos que esta vida nos ha puesto delante de nuestras narices
para apostar al todo o nada por el amor
y esos cosquilleos que me recorren la espalda cuando me acaricias y me besas
muy muy suave
en la mejilla derecha.

Vivir es superar todas las adversidades
de una en una
de golpe en golpe
de todas a la vez
o de tropiezo y caída para luego levantarse
-eso me lo ha enseñado el judo,
y aunque a veces cueste
ponerse en pie nos hace más fuertes-.

Vivir es superar todas las adversidades
y sacarle brillo a tus ojos para iluminar el sendero
de luz y color,
atrapar instantes que recordar con fuerza entre los dedos
por si la memoria no es suficiente para hacer eternidad el infinito de tu risa.

Y la poesía te pone los pasos del baile
y una copa de magia con la que brindar,
música en el altavoz y pipas para ver desde un banco como el tiempo pasa,
pero nosotros seguimos siendo una constante en el día a día de los sueños.

Pintamos esperanza en cientos de fotografías a los pies del Atlántico,
y mochilas en la espalda y apretones de manos,
y tu pelo detrás de la oreja con mucho cuidado,
y tus dedos deslizándose por mi nunca y jugueteando con esos pelos que hay tras pasar mi ombligo.

Adornamos lienzos y posters y cientos de figuritas
en todas esas casitas de muñecas
que quedan tan bonitas en nuestras cabezas,
y un horario por aquí
y una rutina por allá
y yo me encargo de la lavadora y la limpieza
y tú de cocinar.

Imagino futuros con acento extranjero que chapurreamos aprendiendo
cuando salimos a la calle y nos refugiamos acurrucándonos entre los edredones que tendremos,
y beso de buenas noches y yo que me abrazo a ti
y apagamos la luz
y nos dormimos soñando con la libertad del porvenir.

domingo, 5 de agosto de 2018

Índice Generación Rota

[A continuación encontrarás un índice de todos los poemas de mi libro Generación Rota para que puedas leerlo sin necesidad de comprarlo]


He decidido dejar aquí reunidos un índice de todos los poemas que constan mi poemario Generación Rota, de forma que podáis acceder directamente a todos los poemas que lo componen a través de los links de cada apartado del índice. Espero que os guste la idea.


1. Prólogo: La vida a versos

INTERLUDIO I

2. Somos una generación sin sueños porque ya no hay utopías en las que creer
3. Batlle siempre me ha recordado a batalla, supongo que por su espíritu incansable de luchadora
4. Retrouxos dunha inesgotable resistencia no Atlántico

INTERLUDIO II

5. Llamo a los poetas
6. Recuerda en este mundo efímero seremos eternos
7. Primer día sin ti
8. Jugamos, tropezamos, perdimos y nos caímos; y a pesar de todo, aún resistimos
9. Acordes tristes en una ciudad en blanco y negro
10. Mi suerte se perdió a los dados
11. No seré yo quien lleve la contraria al destino
12. Repito un estribillo, como Redbud tree, intentando plasmar la esencia
13. Cicatrices de otro tiempo volvieron a doler
14. Llegó, a lo largo de toda su vida, con tres heridas, a las que dio voz con todo su amor antes de que la muerte llegase para llevarse sus días sin razón
15. Lápiz y carabina en mano, reconstruyo el mundo que nos han dejado
16. O homem que vivia no Segredo
17. Que la poesía nos pille en la cama
18. Contrabandista de verbs clandestins

INTERLUDIO III

19. El crossover de cinema verité que descubrí entre madrugadas aleatorias
20. Juego de luces y sombras bajo un cielo de ceniza
21. Entre la oscuridad y la salvación... Paz
22. Nada nuevo bajo el sol, pero siempre viene bien recordarlo
23. Hay veces en que querrías arramblar con todo y arrojarlo por el cegado patio de luces
24. Las imágenes que no nos pertenecieron son las que nos desvivimos por comprender
25. Las cosas no han cambiado, a pesar de todo
26. El verano me pilló en la ventana a las dos de la madrugada
27. El hielo resbala por nuestras ventanas
28. El día en que el infierno llegó a nuestras casas
29. Cuando el humo se disipó ya no había palabras para tanta tierra quemada
30. La solidaridad del pueblo alegra el alma
31. Todo. Tú. Todo.
32. (Contra) el canto del cisne: (Cultura)

INTERLUDIO IV

33. Que la eternidad no es nada mientras pueda reflejarme en tus ojos
34. Ando al borde de los equilibrios entre mi subconsciente realidad
35. Pago las consecuencias de creer que escribiendo introspectivo cambio algo
36. ¿Qué hacer cuando no hay nada por lo qué hacer algo?
37. Que contigo. a pesar de todo lo vivido; que con todo. puedo aún con el agua al cuello.
38. Escribo solo para salvarme, y de paso intentar rescatar esta realidad que nos rodea
39. Saludando al nuevo siglo rompamos el guion y las reglas
40. 6 meses después, el parte del 1 de abril se vuelve a retransmitir, pero en vez de radio, por todas las televisiones
41. Estoy enamorado de una choni
42. Poeta: Que la trinchera sea nuestros versos
43. Generación Rota

INTERLUDIO V

44. Me quiero
Bonus track: Mi salto al vacío a modo de epílogo de intenciones



viernes, 3 de agosto de 2018

Somos monstruos que tratan de comprender su desaparecido corazón

Nuestros demonios salen a pasear en las noches sin luna
cuando el humo se difumina entre las ojeras
y el insomnio se ríe de todos nosotros
por comprender que la eternidad acaba donde se dinamitan los sueños
y las madrugadas arden consumidas por el fuego eterno
del sufrimiento incierto
podremos sucumbir cuando el camino se pierda a lo lejos entre la bruma de ninguna parte
mientras tanto nos queda seguir hasta caer muertos.

Nuestros demonios cobran fuerza cuando nos abandonamos
al sufrimiento
y sufrimiento es lo que queda
cuando solo hay demonios que nos acechan para robarnos la energía
y darnos sus fuerzas.

Nuestros demonios salen a pasear en las noches sin luna
y esperan a que los fantasmas se reúnan
para salir a bailar
entre tempestades desatadas de infiernos
que supuran veneno entre las venas abiertas de nuestros yermos cuerpos.

Las miradas rotas
las esperanzas perdidas
las miradas rotas
las esperanzas perdidas.

Nuestros demonios salen a pasear en las noches sin luna
y esperan a los fantasmas para comprender que ya ni siquiera los lobos aúllan al vacío
de la estéril inmensidad,
tétrica fábrica de parches para los pedazos que quedan de nosotros.

Nuestros demonios cobran fuerza cuando nos abandonamos
a la desidia
de no saber por qué soportar otro día más
de la misma mierda
y ya no hay certeza de lo que queda cuando miramos hacia adelante,
hacia atrás solo hay ruinas y bosques ardiendo y casas en llamas y laberínticos corredores sin salida
que perforan la mente hasta consumirla
como el humo que se consume en el cenicero roto que hay sobre mi escritorio.

Nuestros demonios salen a pasear en las noches sin luna
cuando el humo se confunde con la niebla
con la bruma
con las lágrimas de lluvia que discurren por mis mejillas
hasta encharcar los folios en blanco de vida
que queda cuando no hay certezas para la rota esquirla
que son los pedazos de anhelos que comprendemos que jamás alcanzaremos
mientras permanezcamos lejos de todo lo que nunca seremos.


* * *

                                    * * *

* * *

                                                                                * * *

* * *


Nuestros miedos salen a pasear
y cobran forma
cuando ya no hay otra cosa
que la informe nada que nos cobija y nos asola
en las noches oscuras que nuestros demonios controlan,
mientras observamos el mundo con nuestra mirada que llora
al ver que solo quedan inertes fragmentos muertos de nuestra alma rota.



Ya seremos paz cuando las tinieblas todo lo devoran.