Los libros son espejos del alma, solo vemos en ellos nuestro propio ser.
Quizás por eso somos capaces de reconocernos, de soñar, de llorar; de hacer nuestras todas las historias que nunca nos pertenecieron, de sentirnos parte de todas esas vidas que solo pudimos aspirar a rozar con la punta de los dedos, aunque fuese de refilón y soslayo.
Nunca supimos quienes fuimos, pero los libros nos mostraron quienes queríamos ser; supongo que por eso buscamos encontrarnos en los demás; como si reconstruir el pasado nos brindase la oportunidad de salvarnos a pesar de nuestros errores.
Siempre esperamos refugiarnos en otros, conscientes de que quizás así, seamos capaces de rescatarnos a nosotros mismos y a nuestros propios pasos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario