viernes, 9 de junio de 2017

Las imágenes que no nos pertenecieron son las que nos desvivimos por comprender

A veces, nos desvivimos tanto en los sentimientos que olvidamos lo que realmente sentimos. Nos perdemos tanto en la mente que olvidamos lo que pensamos. Nos confundimos tanto con el futuro que olvidamos lo que soñamos.

A veces somos sombras que viven en tinieblas, dudas que juegan a las escondidas, heridas que nos recubren el pecho y el alma rota a trizas.

A veces tememos tanto perder que nos ciega la derrota, y miramos para otro lado como si hubiese oportunidades mucho más lejos de lo que realmente nos encontramos.

A veces, todo son trampas a nosotros mismos y por el camino habríamos podido encontrar un refugio al que llamar hogar.
Hasta que ya es tarde.
Y no hay vuelta atrás.

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