jueves, 8 de junio de 2017

No seré yo el que lleve la contraria al destino (it ain't me)

Se nos quedaba la vida pequeña ante la larga lista de sueños que teníamos por cumplir. Parecía que no había nada que se nos resistiese,
y el mundo era un gran mapa de caminos a seguir.


Pero los planes pocas veces salen como esperamos y pronto comprobamos que estábamos hechos para el fracaso. Las horas ya no eran nuestro refugio y el viento solo soplaba en nuestra contra esperando vernos caer.

Cuanto más crees llegar a ser, antes el cielo se nubla.
Y el nuestro solo era una tormenta interminable en la que ahogarnos.

No quiero ser pesimista ni agorero, pero cuanto antes aprendáis a estar muertos menor será el golpe contra el suelo.

Sonreíd, porque solo queda dar vueltas sin rumbo por el tablero aguardando a perder el tiempo, las fantasías y todo lo que aspiraseis a tener algún día, aunque fuese lejos.


Sigue, 
que aun quedan pasos y lamentos para sufrir en silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario