Pienso en el instante de los trenes marchándose, en direcciones opuestas y todo se llena de triste melancolía que lo inunda todo.
Escribía eso, hace más de 3 años
en una estación de tren lejana.
Me gusta la fuerza de esa frase,
como un golpe al corazón.
Deshacer la vida en lágrimas,
de eso iba un poco todo.
Y leyendo esto en retrospectiva,
sabiendo todo lo que he perdido...
es todavía más triste.
Supongo que estos poemas son lo único que ya me queda.