miércoles, 30 de junio de 2021

Respiro y siento calma, siento por fin paz

Solo encontrar la calma que busco
y no volverla a perder.

Tremenda Jauría




Estoy en paz ahora mismo,
por fin
después de un mes.

No sé qué pasará con el futuro,
pero ahora mismo
no me genera ansiedad.

Estoy respirando el anochecer en Le Mans
mientras el corazón me palpita tranquilo
y la cabeza me brinda un descanso.

Espero que sea largo
este descanso,
lo necesito.

Solo encontrar la calma que busco
y no volverla a perder,
es eso lo que quiero.

Poder volver a ser yo mismo,
poder volver a encontrarme,
a quererme
y a cuidarme.


Hoy creo que lo he conseguido.

Hoy me he respetado,
me he querido
y me he cuidado.

Me he escuchado a mí mismo
y he actuado como debía.

Por eso he hallado,
al fin,
la paz.


Maite siempre está ahí
cuando uno necesita hablar,
es de esas amigas
que le dices que es urgente
y está ya preparando la hora, el día, las pipas y el lugar.

No ha podido haber pipas hoy, ni sol sobre la hierba,
pero no pasa nada
porque durante dos horas he podido liberarme
de todos mis demonios
y respirar un poco más tranquilo
sin tanto
tanto
peso
en mi mochila.

A veces pesa la espalda cuando todo el infierno
está sobre tus hombros.

Es mucha responsabilidad dirigir bien ese purgatorio en llamas.

Pero siempre habrá alguien que te pueda ayudar.


Y así,
durante unas horas
pude respirar
y afrontar
la siguiente conversación
con calma,
tacto,
futuro
y asertividad.

Porque construir es cosa de dos
y tender puentes también,
y puntos de encuentro
y senderos juntos
y caminos,
porque al final en esta vida
lo que importa es el camino
y con quien lo recorremos.

Y yo a mi lado tengo mucha gente bonita
que siempre está dispuesta a cuidarme
cuando yo solo no puedo.


Tengo suerte,
tengo mucha suerte
y por eso estoy contento.


Respiro el anochecer en Le Mans
y por fin siento descanso
por fin siento paz.

Y espero,
solo espero
-si no se puede no pasará nada,
no me ganará el ansiedad-
que pueda por fin
volver a soñar
con un futuro de libertad.



Siempre al lado de Tav.

Cuando todas las ruinas se derrumban

I

Pido auxilio para no caer en mi propio torbellino de olvido.




II

Había una época en que planeaba futuros, ahora solo planeo como no golpearme demasiado en la caída del presente.




III

Los demonios deben ser nuestros aliados,
no nuestros enemigos.




IV

Solo quiero poder gritar auxilio y que nadie me quiera agarrar.

Solo enséñame tu mayor herida

Déjame ver tu herida.

Tiempos de Cambio - Día Sexto



Solo enséñame tu mayor herida

esa que te defina,

esa mirada rota

esas palabras que no saldrán nunca de tu boca,

ese instante que todo se resquebrajó

y quedó

en nada

en vacío, olvido, dolor y suicidio.


Solo enséñame tu mayor herida

porque será esa la que te defina,

la que diga

aquí caí

aquí me tiraron,

como un plato roto

que nadie se molesta en recoger

porque ya será otro

el que recoja los trozos.


Solo enséñame tu mayor herida

la que te sea imposible olvidar,

la que te despierte de madrugada

gritando y sudando 

sin jamás hallar paz,

porque será esa, la que me diga

toda la vida que arrastras en tus pasos.


Solo enséñame tu mayor herida

esa que no podré curarte,

esa que solo podré acariciarte,

esa nota fría sobre tu mejilla

como lágrima que ya a nadie importa.


Solo enséñame tu mayor herida

esa que te impedirá que puedas salvarme

porque yo ya me perdí

en ese efímero instante eterno

en esa astilla

que ya no me olvida

y el infierno cobra en taquilla

y ya no hay salida.


Solo enséñame tu mayor herida

porque será la noche solitaria y fría

la única compañía

que tendrás el resto de tu vida.



Solo enséñame tu mayor herida

le digo a un difuso reflejo

que se pierde entre la sangre

de mi cuerpo quebrado

y mi cora roto.

Mucho camino por vivir

En ocasiones nos perdemos
sin ser siquiera conscientes de ello,
ni el cuándo,
ni el cómo,
y luego salir de ese hoyo
es más difícil de lo que pueda semejar.

Estoy escribiendo escuchando Tiempos de Cambio V
intentando romper todos mis vínculos
que me puedan hacer depender de la pareja,
quitando pulseras, borrando fotos, guardando en lo más profundo del ordenador
todo lo que me pueda impedir
soportar la soledad el día que esta llegue.

Un año en Francia no fue buena idea.
Me centré demasiado en la pareja
y ahora
sin pareja
no soy más que un atajo de inseguridades,
dolores,
y miradas rotas.

Necesito volver a encontrarme,
necesito volver a cuidarme,
necesito volver a respetarme.

Necesito aprender
y es muy duro
cuando todo estaba bien,
y ahora todo está mal.

Es muy duro cuando lo habías conseguido
y sin saber cómo
te dejaste llevar por el cuento del amor romántico
porque te lo prometieron
y de repente te dejaron tirado

como si no valieses nada

como si el tiempo no valiese nada

como si tú nunca hubieses valido nada.


En ocasiones nos perdemos
y ya no sabemos bien cómo volver al sendero,
solo podemos echar a andar,
tantear
y tratar de salvarse a uno mismo.

Solo quiero reencontrarme con mi infancia
que ya no la siento,
reencontrarme con quien fui,
toparme con la manera en que un día fui feliz

por mí mismo
sin depender de nadie más.


Solo quiero
volver a ser pleno
teniéndome a mí mismo
como horizonte
del sueño.

Solo quiero
volver a estar bien
en soledad.

martes, 29 de junio de 2021

Por favor... no me hagáis sufrir... Por favor...

Intento huir desesperadamente porque ya no soporto más dolor. Ya no puedo más con esta mente que no se calla, con este pecho que estalla, con este odio que crece en mi interior.

Solo quiero huir, desaparecer, olvidarlo todo, no recordar. Solo quiero poder irme para jamás regresar y no ser encontrado nunca más.

Que me dejen, que me tiren, que me abandonen. Solo quiero ser olvidado por todos y morir de una vez en paz.

Estoy tan solo... que entre tanta soledad será el único lugar en el que las ruinas tengan la posibilidad de derrumbarse para siempre. Solo quiero no vivir más y poder, así, dejar de soportar este inmenso dolor que no soy capaz de gestionar.

Por favor, dejadme caer.

Por favor, dejadme partir.

Por favor, solo quiero que follen sobre mi tumba, solo quiero que follen sobre mi tumba, solo quiero que follen sobre mi tumba...
y no tener que seguir aquí.

Solo quiero irme
y dejar de sobrevivir.

Solo quiero irme
y no tener que vivir.

Destruirse...

Lo difícil es destruirse a uno mismo para reconstruirse de nuevo.


Yo antes era esta persona, que me atrevía a soñar, a romperme a mi mismo, que me atrevía al desafío de reconstruirme mejor. Y ahora solo soy un manojo de inseguridades, miedos y dolor. Un despojo en vida.

¿Cómo pasó?

En realidad, lo sé. Aunque ya no haya vuelta a atrás.

Solo quiero llorar.

Y destruirme.

Para no volver a resucitar nunca más.


Lo difícil es destruirse a uno mismo para reconstruirse de nuevo.

Yo antes era esa persona. ¿Y ahora? Ahora ya no soy nada.

Me perdí. Me perdí para siempre en el dolor. Y ahora ya no hay salvación.

Solo la eterna lluvia del infierno
cayendo sobre mi rostro
bañado en lágrimas de fuego.

Ya no hay luz entre el vacío
ni tinieblas entre el infinito,
la inmensidad ha pasado de largo
y la eternidad se ha muerto
en un rincón
llorando
porque jamás volverá.

-Solo duerme,
duerme y podrás descansar.-
Me digo
sin ser capaz de ir un paso más allá.

-Solo duerme,
y podrás olvidar.-

Para siempre, me digo.


Lo difícil es destruirse a uno mismo...
cuando ya no quedan motivos para vivir,
que difícil es...
cuando ya no tiene sentido volverse a reconstruir.


Es difícil,

muy difícil

vivir.

Y yo,
sé de sobra
que sin ti
no podré.


Solo olvídame
y podré
no seguir.

Solo olvídame
y sigue adelante
sin mí.





Ya no quiero ser feliz.

Por más que grito no logro callar el ruido de mi cabeza

Un remolino se levanta en mi cabeza
mil agujas
perforando
lágrimas de cristal,
penetrando
hasta lo más hondo
donde no sé distingue nada
y los sueños
se confunden con las pesadillas.

La oscuridad me invade
y yo he olvidado como crecer con su poder,
ahora estoy solo,
me han dejado solo,
me he quedado solo,
y en esta soledad
no encuentro
salida
para tanto dolor,

araño, golpeo, agarro, grito, lloro
y nada me libera
de este desgarrante y martilleante dolor
que lo invade todo
hasta solo querer huir,
desaparecer.

Hola vieja amiga oscuridad,
¿dónde estuviste?
¿por qué te olvidaste de mí?
contigo estaba muy bien
y en tanto dolor
solo había paz.

Ahora ya no hay descanso
y solo tormentas, remolinos, decadentes torturas,
me permiten respirar
más rápido
más rápido
más rápido
y no puedo huir.

Solo quiero huir
y no me dejan.

Solo quiero huir
y no me dejan.

Solo quiero huir
y no me dejan.

Yo solo... por favor... yo solo... por favor...
yo solo quiero terminar de sufrir.

lunes, 21 de junio de 2021

Pintamos atardeceres en nuestros cuerpos sonriendo

Pincelamos todos nuestros sueños
en sutiles instantes que queríamos hacer eternos
nos miramos a los ojos
como el tiempo que no se detiene a destiempo
y comprendimos que nos tendríamos siempre
pasase lo que pasase nos quedaría aliento
y ahora en este poema-cuento
en el que intento que todo termine en -endo
juego a ser un bretón que vive en el viento.

Solo quiero sernos y tenernos
en la distancia de los kilómetros que reconocemos
pero solo en el horizonte incierto
están los intentos
de sorprendernos haciendo
lo que tan bien sabemos
sonríamos
sonríamos
sonríamos mientras la lluvia baña nuestros cuerpos
y en las playas solitarias mientras el cielo nos calienta
corramos al agua valientes, riendo
y ya seremos
ya seremos
ya seremos el próximo sueño que nos trae el viento.

lunes, 14 de junio de 2021

A la noche del jardín

Se escucha la noche
en el jardín,
las hojas,
los gatos,
los coches lejanos
y el murmullo del silencio;
bajo la tibia noche pintada de estrellas.

Au bout des rêves... Apocalypse, enfin

Los templos que quedaban en pie se cayeron en silencio mientras nadie miraba. Y ahí, en ese inmenso y vacío silencio, en el que nadie escuchaba los ecos del tiempo, las cenizas se convirtieron en polvo y volaron bien lejos. 

Solo la noche puede salvarme del dolor de esta agonizante existencia. No queda más que palabras huecas
pintadas en los recuerdos
del olvido
y por favor
que la muerte me quite este frío,
yo ya no aguanto más,
y por favor
que la vida me arrebate el último soplido
de fuerzas que me quedan
por aferrarme a esta cruenta existencia.

Cuando me deje llevar
solo habrá paz.
Cuando me deje llevar
solo habrá silencio.

Y centenares de epitafios
que trataron de arrebatarle el recuerdo
al indiferente destino
que nos pasó por encima
sin ni siquiera darnos cuenta.

Las losas tapan nuestras miserias
para que los demonios
y fantasmas
no campen a sus anchas
en este asqueroso mundo
del que solo quiero huir.

Vamos!
grita que ya no estás!

Vamos!
grita que ya no estarás!

Quiero acabar con este falso juego
quiero acabar con las sonrisas que no tienen lugar a donde ir.
Solo quiero morir,
solo quiero morir.

Vamos!
grita que ya no estás!

Vamos!
grita que ya no volverás!

Y cuando la muerte me lleve
y no haya suspiros que atesorar
sonreirá mi cadáver
al dejar volar la carga
y por fin poder descansar.

Ya no somos viajeros
en esta madrugada,
ya solo somos inertes esqueletos
que nunca más regresarán.

Sagrada noche que todo lo borra.
Deja que mi rastro
desaparezca
y que por la mañana solo quede ceniza, polvo y arena
donde un día hubo una inestable cabeza.

Vamos,
dime que no estás.

Vamos,
dime que no estarás.

Vamos!
Solo dime de una vez la verdad!

Vamos!
dime que no estás ya!

Vamos!
dime que no estarás!

Vamos!
dime que ya no estás!

Vamos!
dime que ya no volverás!

Vamos!
dímelo!
Vamos!
dime de una vez que este es el final!

Vamos!!
dime que ya jamás regresarás!!!

Desgarrando instantes para no vivir más

Ríos de sangre
llueven en saetas
destilando incendios
que se apagan
con el frío del alma,
el vacío
como una espesa niebla
lo cubre todo
y entre los senderos que perdimos
solo queda mierda,
dolor
y lodo.

Los mares lloran
como negra tormenta
que araña el cielo
en desgarradoras cuchilladas
que iluminan nuestros demonios,
podrás entrar
pero no salir,
cuando el laberinto se acabe
ya no habrá camino de vuelta.

La muerte lo invade todo
con su silenciosa cadencia
y solo la sombra
nos susurra
que ya nada
de lo que teníamos
vale ahora la pena.

Yo me dejo llevar,
navegando contra viento y marea
solo naufragué,
mejor descansar
inerte
en el fondo del mar
por poder
olvidarme
para jamás y siempre
del insoportable sufrimiento 
que habita en lo más infernal de mi ser.

Solo quiero ver el mundo arder

Solo quiero ver el mundo arder
y estallar
en millones de briznas
de cristales rotos,
heridas profundas que desgarren
toda nuestra vida,
todo nuestro ser.

Solo quiero ver el mundo arder
y desaparecer todo
en una vorágine de llamas
y sufrimiento,
y que cuando solo queden cenizas
y brasas
que se niegan a morir
la desolación sea total
y no exista nada ya que reconstruir.

Solo quiero ver el mundo arder
y que ese rastro de miserias
nada,
nunca más,
pueda volver a crecer.

Cuando todavía

Me recuerdas a Julián...



Cuando el mundo tenía sentido
lográbamos caminar sin miedo,
sin dolor,
y ahora
que ya todo es una blanca y negra
escala de lágrimas
y fotografías de olvido
solo podemos sucumbir
a lo que un día fuimos
y ya nunca seremos.

Nos pintamos la cara de lienzos
por temer
que habría senderos
y solo topamos callejones inciertos
donde chocarnos
hasta perdernos.

Cuando todavía creíamos
en que las cartas no estaban amañadas
y los libros podrían salvarnos
me aventuré por solitarios pasos
que me llevaron 
hasta donde hoy piso.

Y solo hay tierra
y yermo suelo
donde nada crece,
donde nada quiebra
la cuarteada arena
donde un día tuvimos hogar.

Cuando todavía teníamos fe,
fe en todo,
sonreíamos,
vivíamos,
soñábamos,
ahora solo deambulamos
entre caladas,
rostros desfigurados
y laberintos de pasos perdidos
que se arremolinan entre el tiempo
de nuestros demonios
y cenizas.






como si todavía palpitase la poesía
y ya no fuésemos incorpóreos sin vida.

jueves, 10 de junio de 2021

Como ola en el mar siendo acariciado en los prados por el viento

Los aviones dibujan filigranas frente a mi ventana
vuelos fugaces
piruetas
cabriolas
atraen mi mirada
que solo puede soñar
con la livianidad de sus caminos
acariciando el cielo.

Anoche en Le Mans
mientras el sol emite sus últimos destellos,
las palomas ululan,
las tórtolas gimen,
las petirrojos gorjean
y en la lejanía llega sonido de campanas,
de trenes que atraviesan la ciudad rodeada de campo
y los infinitos sonidos de insectos
que solo se perciben
en esas horas en que los humanos nos recogemos.

La naturaleza cobra forma
en su manto celestial,
mosaicos desgranados
en mil figuras de intensos colores,
sonidos melodiosos,
perfumes aromatizantes.

Es el calor del verano
abriéndose paso
en los primeros compases de junio
y toda la orquesta está lista
para los días largos,
las noches cortas,
las sonrisas en bañador y chanclas,
las bicicletas al viento,
y las mejillas sonrojadas
de soles y amores,
de sentimientos intensos
de romances estivales y fugaces.

Se desgrana el curso
y los niños juegan,
los tractores empacan,
las vacas pastan
y todos soñamos con el mar.

El mar,
qué tendrá el mar
con sus destellos
su salitre
y su aroma
a prados salvajes,
a algas y horizontes
y campos que lo bañan todo.

El campo
bañado por su mar de inmensidad
y su hierba recién cortada,
su universo inmenso reducido
a la mirada que no alcanza el final
a las campanas repicando lejos
a las cigarras
las abejas
y sus pájaros surcando el firmamento.

¿Por qué mar?
¿Por qué campo?
Si en ambos
todopoderosos dueños del tiempo
nos vemos reducidos a nada,
nos vemos insignificantes en la grandiosidad de la naturaleza,
en el dichoso sin fin del universo.



                                                                           *
                                                                           * *
                                                                           * * *
                                                                           * * * *
                                                                           * * * * *


Oigo el mundo ahí fuera,
hablándome desde lejos,
y comprendo todo,
comprendo lo que siento.