Me recuerdas a Julián...
Cuando el mundo tenía sentido
lográbamos caminar sin miedo,
sin dolor,
y ahora
que ya todo es una blanca y negra
escala de lágrimas
y fotografías de olvido
solo podemos sucumbir
a lo que un día fuimos
y ya nunca seremos.
Nos pintamos la cara de lienzos
por temer
que habría senderos
y solo topamos callejones inciertos
donde chocarnos
hasta perdernos.
Cuando todavía creíamos
en que las cartas no estaban amañadas
y los libros podrían salvarnos
me aventuré por solitarios pasos
que me llevaron
hasta donde hoy piso.
Y solo hay tierra
y yermo suelo
donde nada crece,
donde nada quiebra
la cuarteada arena
donde un día tuvimos hogar.
Cuando todavía teníamos fe,
fe en todo,
sonreíamos,
vivíamos,
soñábamos,
ahora solo deambulamos
entre caladas,
rostros desfigurados
y laberintos de pasos perdidos
que se arremolinan entre el tiempo
de nuestros demonios
y cenizas.
como si todavía palpitase la poesía
y ya no fuésemos incorpóreos sin vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario