domingo, 31 de enero de 2016

Los errores están para cometerlos

Aunque los errores están para cometerlos
no siempre te atreves a saltar al vacío, 
por eso miro con tanto cariño
aquella noche de agosto en la que fingimos
olvidar todo para ser nosotros mismos.

Aunque los errores están para cometerlos
y diga que siempre saltaré,
no es fácil desaparecer
y ver el suelo al caer,
puede que tema no levantarme esta vez.

Aunque los errores están para cometerlos
no hay errores que cometí
todo son falsas decisiones que elegí
o por lo menos,
falsas esperanzas sobre mí
    (Mismo).

               Vamos,
que tampoco hace falta soñar para volar
pero esta vez, de tanto que ascendí
me quedé flotando
          y nunca me caí,
supongo que es porque sigo colgando de ti.

Ahora que ya podemos entendernos.
             Al fin.
Te diré
que los errores están para cometerlos
y que yo de ti
                 sólo aprendí.
                               A vivir.

Aunque sea a lo lejos.

lunes, 25 de enero de 2016

El noble gremio de gritar tu nombre (Grenoble, para ti)

Grenoble me habló de naturaleza;
de senderismo, rutas y montañas;
también me habló de libertad;
de sueños, grutas y esperanzas;
me habló de poesía;
de ascensos, caídas y fotografía;
y me habló de ti;
de tus besos,
tus miradas
y tus caricias;
y me susurró al oído
que ojalá estuvieses aquí,
que tiene ganas de verte sonreír.

domingo, 24 de enero de 2016

El que no apoya no folla, o en su defecto no sueña

Fluye el río
como fluye la melancolía
al ver la vida pasar otro día,
te diría
que este frío es un hechizo
un grito de auxilio
para este loco suicidio de arpegios rotos
pues solo
espero otro amanecer,
que me sorprenda con ganas de joder,
a la esperanza,
pues quien soñó tanto ya no soy yo,
pues quien esperó tanto ya no eres tú,
y mientras tanto,
entre tantos y tan pocos,
sigo esperando otro piropo en mis labios,
pero solo quedan lamentos
y un poco de humo de cigarro
que lento
se aleja a lo lejos con sabor ajeno,
ojalá
llegue el año en el que por fin nos añoremos.

lunes, 18 de enero de 2016

Dijimos... pero no hicimos

Dijimos que nunca olvidaríamos
y olvidamos,
dijimos que nunca fracasaríamos
y fracasamos,
dijimos que nunca abandonaríamos
y abandonamos,
dijimos...
tantas cosas que al final no cumplimos
que no dejo de pensar:
¿Para qué?
si ahora sólo nos queda lo vivido,
sólo nos quedan todas esas derrotas
recogidas en hojas y hojas de libros
de nuestra propia autografía, 
de nuestro propio destino.


Dijimos que besaríamos
y no besamos,
dijimos que nos arriesgaríamos
y no nos arriesgamos,
dijimos que soñaríamos
y no soñamos,
dijimos...
tantas cosas que al final ni intentamos
que no dejo de pensar:
¿Por qué?
si ahora sólo nos queda lo nunca ocurrido,
sólo nos queda recordar todas las horas
recogidas en los diarios no leídos
de nuestra propia fantasía,
de nuestro propio olvido.


Dijimos que...
y no lo hicimos,
puede que 
ni siquiera llegásemos a decirlo,
quizás porque 
por miedo a todo decidimos hacernos un ovillo.


Dijimos que...
y ahora sólo nos evaporamos como fantasmas
sin hogar ni castillo.


Dijimos que...
y al final quedó en nada,
y se fue
como el humo del último cigarrillo.

domingo, 17 de enero de 2016

Mi habitación huele a recuerdos

Mi habitación huele a tav,
es el recuerdo de un fin de semana
de guerra
y ahora solo me queda
una cama
deshecha,
la ropa hasta en la nevera
y poesía
en cada rima
que grabamos
en la cabecera.

Mi habitación huele a libertad
y la verdad
es que me faltan tus susurros
una vez más, en la soledad
de las sábanas con aroma a sinceridad.

Mi habitación huele a sexo,
a hormonas y a paz,
y ahora sólo espero
a que el mar
se lleve la última calada de sal
de tu sudor
con memorias de luz y oscuridad.

miércoles, 6 de enero de 2016

Las victorias a contracorriente saben mejor

Un día me paré a pensar
en la vida,
en la poesía
y en el motivo de existir,
las causas del sentir,
en la esperanza y el soñar por ti.

Un día me paré a pensar:
¿trabajar para vivir
y vivir para trabajar?

Eso nunca fue para mí,
así que mientras tanto
filosofo con otro fluir:
"trabajar para viajar
y viajar para vivir".

Y bueno,
mientras tanto,
aprender
hasta algún día estar junto a ti.

martes, 5 de enero de 2016

La última calada de la amarga despedida

Estoy sentado frente al folio en blanco
a la derecha el calendario,
y textos de gente a la que en algún momento he añorado,
a la izquierda un montón de borradores y la ventada al lado,
y en frente, en el cenicero, el último cigarro
me recuerda que aun no te he olvidado.

Estoy sentado frente al folio en blanco
y las palabras no fluyen,
el tiempo se ha parado
y por algún motivo el amor ha colapsado.

Estoy sentado frente al blanco del papel
y en el exterior ha comenzado a llover
otra vez,
supongo que el cielo llora por no poder
volverte a ver en otro maldito mes.

Estoy sentado frente al vacío
y como un grito
intento evitar sufrir -o eso finjo-
pero salgo herido
de este lío que es no tener tu calor para callar al frío.

Estoy sentado frente al folio en blanco y de papel,
y sólo pienso en volverte a tener
entre los brazos y darte todo mi ser.

Estoy sentado frente al papel
de liar como me lié en el humo del anochecer
y sólo pienso en ti,
y en ojalá,
joder
no tener
que volver a soñar
con volverte a ver.

Ojalá,
versarte bien hasta en papel,
joder.


Talimphos

Te quiero
hasta más allá
del infinito,
al revés que la famosa frase,
pero es que a tu lado
no hay esquemas
que romper
porque están por los suelos
pues el cielo ya es nuestro.

Y me despierto de otro sueño
en el que te tengo al lado,
escribiendo un poema
sobre mí
como una sinfonía
en blanco
por componer,
como un verso
de tu piel
por beber,
por otro beso que decir
te al oído:
la rima número cien.

Te quiero,
no sé,
ya no hay palabras
¿no crees?
Por eso Talimphos dice tanto
porque con las alas abiertas
y sin amos, nos soñamos
de aquí a la luna, hasta el espacio.
de nuestro colchón:
esta poesía de dos.

Te quiero,
e igual es eso,
piénsalo,
igual es amor, nuestro amor,
y está en todas esas caricias,
en todos los susurros al oído
que nos sonreímos.

Igual está en nuestros 5 sentidos,
en los poemas
que escondidos del mundo nos dijimos.

En todo el tiempo perdido
sin aun no habernos conocido,
en el otoño, el verano y el invierno,
en todos los infiernos
que eran tus encendidas mejillas al vernos.

En todos los pequeños momentos,
en  todas las historias,
en todos los te quiero sinceros,
en todo eso te vi
en un breve instante
que fue eterno
en esa inmensidad
fui durante siglos feliz.

Te quiero,
y quizás nunca logre expresarlo,
pero aun así
lo intentaré cada día
y mientras seguiremos
creando poesía,
porque así es nuestro amor
y vive en todas y cada una
de nuestras rimas.

lunes, 4 de enero de 2016

Desalojando(me) el alma

En noches de desalojo
del alma,
en noches de destrozo
y esbozo
de las arrugas de la cara,
en noches de filosofía,
historias y heridas,
escribo sonetos
que sin serlo
someten mi espíritu
al lento porvenir del tiempo
a la purga del tormento a fuego lento.

En noches de desalojo,
me agacho y recojo
los pedazos de cristales de mi espejo
como si con eso
lograse callar al silencio
que corre a raudales
por los ríos vacíos de mis sueños.

En noches de desalojo
prefiero esconderme
sin atreverme
a despertar al alba
por miedo a que me fusilen
o maten mis palabras.

En noches de desalojo
la tinta seca se olvida del poeta
y este sofoco
se lleva a la vida, que se queda hueca,
huérfana de una poesía más nueva
y sincera.

En noches así
de melancolía
y desalojo del alma
me recuerdo a mí
y pienso que algo me falta.

Los sueños                                                             
o la esperanza.