domingo, 31 de marzo de 2024

Nievo por dentro

Ahora sí, ahora esto se acaba definitivamente, estoy ya en el avión de regreso a Vigo, después de haberlo cogido para ir a Barcelona hace 12 días. Y es que ha pasado casi medio mes y siento como si el mundo se moviera solo ahí afuera, porque aquí, en esta burbuja de felicidad que era el proyecto con mis amigos, todo era libertad, paz, calma y silencio. El alma estaba tranquila como la nieve cayendo. Y mis amigas me sonreían. Ahora estoy volviendo y mientras el avión asciende siento como todo eso se va difuminando, se va difundiendo en un maresme de recuerdos, emociones e imágenes.

No quiero pensar en la posibilidad de no volver a ver a estas personas que durante 10 días fueron hogar. Y aún así lo sé, que estas cosas se acaban, que lo más bonito de este mundo es lo efímero que es, lo líquido que es. Emociones y sentimientos intensos a flor de piel que se esparcen en el viento en cuanto se acaban los proyectos. Y aún así, por más que lo sepa, por más que me guste este mundo, no puedo evitar sentir la nostalgia, la tristeza. La gran paradoja de vivir intensamente, hasta en la tristeza.

Y la gente viene y la gente va, pero yo a todas las personas que curan el cora, que puedo llamar amigas, las llevo siempre en el alma, para sacarlas con mucho cuidadito y abrazarlas cuando lo necesito.

Quiero veros!
Grito.
Mientras el estruendo de las turbinas acalla mis pensamientos.

¿Dónde estaremos la próxima vez que nos encontremos?
Solo espero que sea cerca, que sea lejos, pero sobre todo que sea muy muy intenso.

Os quiero libres.
Os quiero tanto que tengo que escribir lo que siento.


Viviremos en las auroras y en la nieve hasta que ardamos por fuera y por dentro.

Os quiero.
Menos mal que os quiero.



- Nievo por dentro

sábado, 30 de marzo de 2024

Poema en la tranquilidad del Lago Mälar

El sol meciéndose
en este mar en calma,
en este río de vida,
en estos lagos bañados de islas.

Todo es silencio,
la paz en el aire,
el pecho lleno
y la libertad fluyendo.

Me encuentro en un poema de primavera
y en este instante, en este momento, 
nada más importa,
y se pausa el tiempo.

Se me llena de aire el pecho.

Libre en el silencio.



- Poema en la tranquilidad del Lago Mälar

El agua meciéndose en la orilla bajo la luz dorada del atardecer

Estoy frente al río de Estocolmo, en las afueras, en la Isla de Lidingö, mientras el sol se pone y escucho el agua, los patos, las gaviotas cabecinegras, el muelle meciéndose... Todo está en calma y yo estoy en calma.
Me ha gustado esta parada y he decidido quedarme más de la cuenta.

En 30 minutos llegará el barco-metro, pero mientras tanto disfruto del silencio.

Dialéctica de un viaje comiendo monchis mientras cae la nieve y buscamos ser eternos

No han pasado ni 24 horas desde que nos hemos despedido y ya os echo de menos. Echo de menos nuestras conversaciones hasta las tantas de la mañana, las charletas, los gossipeos, los intentos de aguantar con los ojos cerrados a un amanecer que no llegamos a verlo. Echo de menos la risa en cualquier momento, las partidas de cartas, las listas, los hateos. Echo de menos caminar entre la nieve, ir a ver auroras boreales, ver animales, ver productos en el supermercado y comer ranchitos y cerveza a escondidas haciendo parkineo. Y es que os echo de menos mientras escucho a Bizarrap diciendo que os quedeis, que no quiero irme de Suecia, que quiero más proyectos con vosotros, que quiero seguir descubriendo el mundo y la vida a vuestro lado. Que no puedo dejar de pensar en Cati diciendo si nos pegamos, en Elsa quejándose de la falta de proteínas, de Carlos quedándose tiesa, de Eoghan riéndose y exclamando yes my friend, de Myriam ironizando con su acento francés. Y es que no quiero dejar de veros en mi día a día. Quiero con vosotros beber cerveza, brindar la vida, tirarnos en el sofá y ganar la partida. Que quiero con vosotros tomar helado, y colacaos, y hacernos mil fotos y hacernos trauma dumpings. Irnos a dormir con un abrazo, cantar hasta dejarnos la voz, bailar hasta que este mundo lo hagamos ir a mejor. Habitar el presente durante otros 10 días, y un mes, y una vida. No perderos, no perdernos, no confundirnos el azar con la voluntad de cuidarnos, de tenernos, de seguir en nuestras vidas permaneciendo. Y es que os quiero. Han pasado 10 días y os quiero.

Y vivamos la vida y ardamos en deseos de revivir nuestros recuerdos.

Que no han pasado ni 24 horas desde que nos despedimos y yo ya echo de menos la cotidianidad con vosotros en mi alma, mi cora, mi pecho.

Gracias por la libertad, por la vulnerabilidad, por las emociones y por los sentimientos.

Nos vemos muy pronto. Nos vemos en nuestros sueños.



- Dialéctica de un viaje comiendo monchis mientras cae la nieve y buscamos ser eternos

viernes, 29 de marzo de 2024

Hasta que salga el sol

El paisaje circula a toda velocidad al otro lado de la ventanilla del bus. Creo que es la metáfora perfecta, decenas de recuerdos que se arremolinan en un enorme remolino de vivencias que han pasado demasiado rápido. Y yo, en ese estado, como diría Cati, estoy disociado y no me doy cuenta de que esto se acaba, de que es muy probable que no vuelva a ver a la mayoría de la gente, que no vuelva a tener estas historias, estas anécdotas, estas experiencias: No volveremos a enterrar cervezas en la nieve y buscarlas excavando con el pie, no volveré a hablar hasta las tantas de la mañana con Cati mientras tomamos monchis o colacao, no estaré días viendo la nieve caer, viendo ciervos a apenas 2 km, escuchando los zorros al anochecer... No volveré a vivir situaciones surrealistas como calentar fajitas en una hoguera mientras nieva, ni caminar por la nieve en chanclas y manga corta, pasear las zapatillas de una casa a otra, hacer nuestras sesiones de trauma dumping. Y es que esto se acaba, y creo que todavía no lo he asimilado, por eso no siento apenas nada, porque he desconectado de mis emociones, pero no he desconectado de las personas. No podré olvidar a toda esa gente que he convertido en familia estos días, a Cati y sus cuidados, a Carlos y sus risas, a Elsa y sus comentarios de abuela. No podré olvidar esa gente que me llevo en el cora como Eoghan y nuestras conversaciones de política, a Miryam y su humor, a Esin y su locura.

Y es que bañarnos en un lago a apenas 4 grados y -1 en el exterior, ¿cuándo va a volver a ocurrir? ¿Cuándo vamos a volver a estar aquí? Grita Cati y yo la creo, porque en esa energía y pasión por vivir que transmite ¿cómo no iba a creerla? Aunque luego las agujas de hielo duelan. Al final, la vulnerabilidad y la fragilidad nos arropan. Y todo eso me llevo, un pequeñito grupo de gente que querer muy fuerte y llevar en morado cora.

Y paisajes, y animales, y risas, y auroras, y huellas, y nieve, y copos, y albóndigas, y dinámicas, y cotilleos, y risas, y música, y cuidados, y miradas, y comida vegana, y conversaciones nocturnas hasta las 5 de la mañana.

Viviendo deprisa la vida, para saborearla despacio.

Solidaritet, dialéctica de un training sueco entre muchos abrazos.



- Hasta que salga el sol

martes, 26 de marzo de 2024

Österfärnebo

Desnorta el norte perdido en la nieve, blanca desorientación de la calma que cae, como quien se desliza, por la lenta prisa que se posa sobre la vida. Quizás las sonrisas se las lleva el viento, pero también nos traen historias, poesías y cuentos. Suaves sentimientos acariciados por el paisaje mecido lejos del tiempo. No hay lugares para perdernos. Solo las ocas marcan los senderos. ¿Dónde empieza el camino? ¿Dónde termina el rumbo eterno? Solo las rutas saben todo lo que buscamos entre los helados prados de suaves copos cayendo. Desnorta el norte mientras se pierde en la nieve el viento.

domingo, 24 de marzo de 2024

Nieve en el exterior

Cae la nieve en el exterior, copos danzantes que recubren el paisaje con su blanco manto. Estoy cansado, me siento raro. Estoy en mi quinto día. Ya me conozco lo suficiente como para saber que el día 5 de 10 siempre es para mí el día del bajón, del cansancio.
Lo mejor es permitirme a mí mismo darme espacio.
Mientras, cae la nieve en el exterior.

viernes, 22 de marzo de 2024

En el bosque de Suecia

Ya vuelan las ocas
sobrevolando la tundra,
el bosque de frío invernal
mientras la nieve se derrite gota a gota.

Volverán las miradas
a la luz de la aurora,
y mientras tanto la naturaleza
te envuelve con su canto.

Poesía de verde imperecedero,
la inmensidad ante la finitud del bosque,
el cielo, el hielo
y los recuerdos sobrevolando el paisaje.

lunes, 11 de marzo de 2024

Se me escurrió el tiempo entre los dedos tratando de hallar la libertad

Firmo sin cuidado
me pierdo en lo que hablo,
mi mente es un torbellino de desastres
sin principio ni final.

Trato de aferrarme
a las miradas que se marchan
sin darme cuenta de que no sé
dónde todo terminará.

Quizás el sin sentido
de los versos que marcharon
solo tratan de vendernos
los sueños que se resquebrajaron a destiempo.

Tacho más de lo que digo,
emborrono más de lo que callo
y sucumbo a los versos
esperando tropezar una vez más.

No veo los templos,
las arenas del desierto,
ni los rastros de cenizas
que quedan detrás mío sin saberlo.

Tengo un amanecer de desidias,
un cenicero sin humo,
y un sendero agreste y yermo
ardiendo el mundo entre mis dedos.

Solo tienes mi verdad
que no vale mucho,
pero tampoco vale más
que los intentos por escapar.

Vuelo si me apetece
y me lanzo sin pensar,
consumido por los destrozos
sonriendo a la oscuridad.

Solo tengo estas palabras huecas,
un puñado de hechos,
y nada de intentos,
todo este poco y nada más.



- Se me escurrió el tiempo entre los dedos tratando de hallar la libertad

jueves, 7 de marzo de 2024

Alem

La vida nos lleva por senderos no elegidos, a veces por inercia y a veces porque así lo hemos ensayado, pero al final todo es un eterno camino hacia el atardecer.

Un constante intento de alcanzar el horizonte.

Más allá.

- Alem

lunes, 4 de marzo de 2024

Declaro que amo sentir (Parte II)

Yo os digo:
no temáis, no temáis a lo que os pide vuestra alma,
no temáis a las emociones, a los sentimientos,
ni a lo malo, ni a lo bueno,
pues todo nos hace vibrar,
en ese juego de claroscuros
todo nos hace vibrar.

No temáis a ir contrasentido,
no temáis a ir en perpendicular,
de lado, de frente, de espaldas...
no temáis a la libertad.

Dejaos acunar por la luz estival.

Permitíos sentir,
permitíos vibrar,
permitíos sonreír
y abrazar la libertad.

Declaro que amo sentir (Parte I)

En un mundo donde se criminaliza el sentir
donde las lágrimas se penalizan y esconden
donde no quieren humanos
sino máquinas para contribuir a este sistema gris
yo pongo un grito en el cielo
y reclamo a los sentimientos que nos unen como humanos
declaro que amo sentir.

Alba García



Como dice Alba:
sentir es lo que nos hace vivir,
por muchos vaivenes que te de la vida,
por mucho que te zarandee...

Existe un miedo en esta época que parece ancestral
que es el terror a la vulnerabilidad,
a confiar y que te puedan dañar,
pero yo pronuncio firme y a voz de grito:
la vulnerabilidad es el lugar que habito,
solo allí puedo sentirme verdaderamente libre,
allí donde en quien confío me recoge con sus brazos si yo me lanzo al vacío.