Soy la lluvia, soy el viento,
soy todos los aullidos y lamentos
los campos llenos de soldados muertos,
las aldeas abandonadas
y las ciudades superpobladas,
soy el llanto tenue de la libertad
cuando disparan en nombre de la paz,
soy el campesino y su sudor,
la rabia y el dolor
del que ha visto nada más nacer el horror.
Soy los sueños y las pesadillas,
las fantasías,
las ironías
y las poesías,
soy todas las noches en vela
todas las horas que pasas en largas listas de espera,
los cielos sin estrellas,
todos los besos, caricias y miradas desde la otra acera,
soy esos armarios que te obligaron a cerrar,
esas infancias sin lugar al que escapar,
todas las palizas por soñar,
todas las salidas de emergencia cerradas cuando llegabas a ellas.
Soy la música y los instrumentos,
las orquestas, los bailes y los cuentos,
todas las leyendas muertas,
todos los libros que ardieron en hogueras,
las películas que se censuraron
y todos los actores abandonados y olvidados;
soy las imágenes vistas de cerca,
las letras que despiertan conciencias,
las historias cíclicas que se repiten aunque no quieras.
Soy el trabajador de ese tejado,
la madre que cuida de los hijos sin que nadie le dedique cuidados,
las revueltas y las calles llenas,
las manifestaciones y las huelgas,
las protestas, las asambleas y las esperanzas que yacen en algún lugar, sin fuerzas.
Soy el norte y soy el sur,
soy la luna y el sol,
soy el que viaja en bus,
el que huye, el que emigra, el que se refugia, el que busca dinero para comprar salud.
Soy el oeste y el este,
la voz que grita en medio del cielo celeste,
los enfermos de la peste,
de las colonias y de las huestes
de aquel que se proclamó liberador,
de aquel títere que alguien situó,
de todos aquellos que solo soñaron con mantener el control,
que nunca dudaron cambiar de color
con tal de que el pueblo solo sienta el dolor.
Soy indio,
soy cubano,
soy todos los que lucharon sin rendirse por lo que soñaron,
soy europeo y africano,
asiático y americano,
soy el engañado de todas las historias de viajes para lucrarnos.
Soy la madre,
y el padre,
y la hija explotada
y el niño soldado,
soy la vida,
soy la muerte,
soy la guerra
y la paz,
soy todas las ganas de cambiar algo.
Soy el mundo,
soy el mar,
la naturaleza, las montañas y hasta el volcán;
soy los peces,
y la hormiga al trabajar,
soy la memoria,
y la cultura popular.
Soy Sarajevo e Iraq,
las Malvinas, Chechenia y Afganistán,
soy la falsa primavera árabe,
soy la maniobra inteligente,
el que muere ante un dron sin piloto pilotado,
soy el soldado vietnamita que muere por defender su poblado,
soy el norcoreano,
el palestino,
el fervor del pueblo al echar de Cochinos al mercenario.
Soy el futuro y el pasado,
el presente que nos han robado,
el caído ante una jeringuilla en su brazo,
el que ve como lo aplasta el estado,
el olvidado,
el callado,
el cadáver en una fosa enterrado.
Soy la bandera roja ondeando,
soy el Reichstag liberado,
soy el rojo y negro en una columna luchando,
soy el brigadista solidario,
el voluntario alistado para echarte una mano,
el enfermero,
el obrero
y el parado.
Soy la médica que ha estudiado,
la choni,
la escritora,
la que pasa 10 horas en el sector servicios currando;
soy el becario,
el pobre universitario,
el poligonero que escucha rumba y bakalao en tu barrio.
Soy la Guerra Fría,
la isla combativa,
las voces que en la cárcel siguen insumisas,
soy la guerrilla en la jungla,
la que trabaja en el campo para sobrevivir otro día,
la que suda como único pago a su desventura,
la que muere sin grandes actos funerarios,
soy Peniche y Guantánamo,
todos los caídos en un Valle de héroes falsos,
los defensores de Stalingrado,
el miliciano y el partisano,
el incansable estudiante que reparte panfletos incendiarios frente a un supermercado.
Soy la historia y la igualdad que por fin se alcanza,
la cultura de masas que nadie aprecia,
las ganas de acabar con las injusticias,
las vidas que buscan vías para triunfar en esta partida.
Soy las llamas de la venganza,
la hora de romper la baraja y las cartas,
el momento de estallar en la batalla,
el pueblo internacional y solidario que viene a plantar cara.
Soy el mundo,
soy la construcción de los sueños,
soy la victoria de las esperanzas.