domingo, 3 de diciembre de 2017

Solo la poesía puede salvarme

Creo que hay pocos actos tan bonitos como compartir un pedazo de uno mismo con los demás.
Mostrarse, como una mirada en la que perderse, ante desconocidos y dejarles volar de tu mano, mientras los guías por tus escritos.
Emocionar con una palabra, sorprender con un giro argumental, sonreír con la risa fértil y llorar con las entrañas derramadas.

Hay pocos gritos de rebeldía como abrirse las venas y bañar con tu sangre todos los versos que tienes para donar.
Brindar, con la entereza del arte, y reanimar el brillo del alma con la mágica destreza de pintar atardeceres con una suave paleta de rimas y besos.
Erizar la piel con un secreto susurrado, remover el corazón con una caricia en los labios, maravillar con un quiebro poético y enamorar con una llave directa al interior del poeta.


No hay muchas cosas que valgan la pena en este mundo de desastres continuos y decepciones constantes,
pero si existe algo que nos salve,
eso,
lo digo sin miedo y a pecho descubierto,
es la poesía.

1 comentario: