domingo, 17 de diciembre de 2017

Cada cosa... En cualquier momento.

Todo está bien. Pero está mejor ser de verdad,
ser de verdad lo que es -lo que es sólo.



Y mis labios recorriendo tus muslos, tus piernas, tus labios,
de arriba a abajo y de abajo a arriba,
suavemente
en círculos
o succionando
y mi mano en tu calor
ayudando.

Y tu aliento en mi piel, en mi oído, en el miocardio,
y la espalda que se arquea
y el cuerpo que se tensa
y la sangre que palpita sin saber a dónde salir si no es hacia dentro de ti,
de golpe y sin cuidado.

Y todo está bien
si es tu ser quien me reclama
mi nombre susurrado en tu almohada,
tu rostro suplicándome una nueva partida, una nueva jugada,
un nuevo intento de tocar el cielo sin necesidad de abrir las alas
porque tú, yo, y esta cama,
no necesitamos más para hacer inolvidables las mañanas.

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