domingo, 30 de junio de 2019

Jóvenes de nuestra sangre y tierra

Joven tierra de España
que acumula derrotas en su espalda
sacúdete de los yugos que te aplastan,
libérate de las cadenas que te atan.

No llores joven mirada de tierra
caer y levantarse es orgullosa tarea,
no nos lamentemos por lo que nos espera,
tratemos de conquistar la vida que es nuestra.

Joven pájaro de cielo
revuélvete y surca los mares, los vientos,
que no haya barrotes de miedo,
abre las alas para volar cada día más lejos.

No temas vida mía
luchar una y otra vez es parte de la partida
que no pierde nadie hasta que todos se rindan;
manos de estudiante y obrero son nuestra seña y herida.

Joven tierra de España
que no te llamen más desierto de tristes almas,
alcemos un muro de armas y palabras:
la felicidad y libertad ondearán hasta conquistarlas.

sábado, 29 de junio de 2019

Tejiendo retales de sol en el mar portugués

I

Volátil como un verso libre.



II

A besos no me gana nadie.
A sueños me salvan las estrellas.
A prisas el viento me lleva.
A sonrisas traigo la cartera llena.
Ya no hay razón para no salir a la pista de baile.



III

Confundí al tiempo con los relojes
y no me di cuenta
de que la arena
es infinita
en un atardecer frente al mar.



IV

Saltar
a nada o todo
a vida o alma
a palabras arrulladas
en la marea
deslizándose con soltura.

Saltar...



V

Porque eso es todo:

Saltar

A la vida

A los sueños

Al mar.

Caminando en el aire en libertad...


Con la volatilidad de un verso libre

Feliz.

sábado, 22 de junio de 2019

Sobre la duna de dulce asfixia

Desde la noche de los tiempos desfilamos
en una danza nocturna que nos despierta
buscando los sueños difusos
entre las pesadillas en ciernes
y en medio de la noche y en medio de los dos
encontramos la razón
para volar
la razón para volar,
y en contra de todo lo creído
logramos tener frío en el desierto
y calor en la nieve,
nos mareamos en tierra firme
y besamos el mar.

Podríamos construirnos un paraje nuevo
solo para nosotros
pero tocamos fondo
para asegurar el suelo sobre el que pisamos
y ascendimos tan rápido
como nuestras fantasías nos permitieron.

Hasta la noche
se echa a bailar cuando nos ve ese brillo en la mirada
y marchamos paso a paso
hacia el paraje de los sueños,
hasta el paraje de la blanca luna.

Pudimos sentir lo que queríamos
porque sentíamos lo que teníamos
y teníamos lo que sentíamos
porque queríamos lo que sentíamos.


* * *


En el vuelo de mil palomas
creamos espejismos de luz
de unos viajaremos que en la noche echaban a volar
como si debiéramos pagar peaje por tocar el cielo
y lo expropiamos de camino a Katagena
y soportamos el palacio de la dulce pena
entre millones de luz
la paz se forjó a fuego lento
y creímos soñar
soñando creer
y podemos romper todos los muros
hasta llegar a la blanca mar.

En un apocalípsis infanticida de sagrados corazones ardiendo
y sobre todas las vidas,
ardimos como las brasas que no se apagan
al golpe de guitarra
de un acorde que se desgarra
desgranando corazones de cristal.

Asfixia.

El loco en la noche
busca salida
como si todos los sueños le golpeasen en todas direcciones.

GRITANDO EN LA NOCHE

PUDE SOÑAR QUE TE VEÍA

HACIENDO UN BAILE DE CORAZONES

EN LO MÁS HONDO DE MI CEREBRO


ASFIXIAAAAAA

ASFIXIAAAAAA

ASFIXIAAAAAA


En un baile de cuerdos locos
la noche construía salidas de emergencia
como si los sueños saltasen en todas direcciones.

Asfixia.

Como si los sueños se astillasen en todas direcciones.

Asfixia.

Como si los sueños se solidificasen en todas las cuestiones.

Como si los sueños fuesen eternos entre todos los rincones.

Como si los sueños fuesen hielo en un desierto de soledades.

Como si los sueños fuesen ciertos entre los cuentos de recuerdos.

Como si por ti los sueños fuesen sueños en la noche de luz
y en el día de paz
en la calma tras la tempestad
en la libertad que ondea al otro lado de este mar
que domamos meciéndonos con el viento del soñar.


* * *


Rompimos las reglas
saltando sobre los sueños
atrapamos los instantes
y como la magia forjamos recuerdos.

Sucumbimos a las miradas del momento
y comprendimos que ardíamos como fuego griego
nada nos apagaba
salvo la palabra domada en una caricia en la noche estrellada.

Soñamos
soñamos
soñamos
soñamos tan alto
que el cielo tocamos
y eternos nos hicimos
como un verso que arrullamos con los dedos,
destejimos fantasías
y encontramos el tesoro que brillaba entre nuestras manos
como una noche cálida de verano a tu lado.

Soñamos.

lunes, 17 de junio de 2019

Além da vida

Un pueblo que no olvida
es un pueblo digno y libre.


jueves, 13 de junio de 2019

Se acaba Portugal

Se acaba Portugal.

Adiós a una etapa.
Adiós Lisboa.
Adiós noche del Tajo.
Adiós balcón.
Adiós eternidad de saudade.

Adiós,
adiós,
adiós Portugal.

miércoles, 12 de junio de 2019

Un día despertó

Pasan las noches
y el tiempo se fugó
solo buscamos nuestro reflejo en el espejo
y nos perdemos en la laguna de los sueños
nadando con peces de colores
el arco iris se confundió
y no supimos bien
donde empezamos y terminamos
a naufragar en la isla mágica de los naipes
el solitario se devora a sí mismo
y el destino crece en todos los sentidos como una coliflor
¿dónde estaré yo?
¿dónde estarás tú?
¿Cuál es esta maldición que nos salta de generación en generación?

Olvidamos el camino
y ya no encontramos sentido a tanta sinrazón,
despertamos colgados del aire
mientras Dios se ríe de nosotros
por no creer en él,
somos tan valientes que cuando supimos que existía
quisimos matarlo
y solo quedó un reguero de pólvora y sangre
y un minúsculo vacío que a partir de ese momento siempre nos acompañó.

Solo comodín ve más que los demás.

Y la serpiente
día a día
se muerde la cola
creyéndose que así todo volverá a empezar
cuando ya todo terminó.

¿Dónde estabas tú cuando Dios murió?

Naufragamos en la isla de los sueños
y buscamos
como locos cuerdos
nuestra imagen en nuestro propio reflejo
hasta que ya no supimos
quien era yo.

miércoles, 5 de junio de 2019

Lisboa recuenta junio con los dedos

Las calles se destejen tras los pasos de los días,
el tiempo vuela cuando todo se acaba
y ya no hay forma de atrapar la arena
que juega a reírse en nuestra cara
mientras nos afanamos en detener lo imposible.

Lisboa da sus últimos coletazos en esta etapa
y puede que las palabras falten cuando quiero hablar
pero quizás de alguna forma hallen salida
sin saber muy bien dónde está el final.

La poesía lusitana se afana por achicar el Tajo
entre lágrimas que se pierden tras la cortina de lluvia
y el sol se asoma con más fuerza que nunca
que cualquier lugar
que cualquier rincón
reflejando su luz en cualquier dirección
hasta inundar la bóveda de cañón
en un arcoíris de iriscentes retazos multicolor.


El viento siempre constante arrullando las hojas,
las calles irregulares con su manto de adoquines,
sus ventanas siempre viejas, sus cristales siempre sucios,
su reluciente decadencia ladera arriba,
nos enseñan las sonrisas que aderezan sus primaveras.


Ya las calles se destejen como el verano que se despereza,
los balcones se abren de par en par dejando entrar la vida,
la poesía del Tajo se asoma con desparpajo
y los claveles crecen en cada esquina
levantando empedrados que despiertan como una nueva era.

Se acicalan las aceras,
se desvisten los sueños,
se amodorran las palabras
y se saltan todas las normas las rimas
que risan tan brillantemente tu mirada
que espero
como agua
dulce
de primavera
arropando tus dedos en caricias que te esperan hasta que llegue el reencuentro.

Y mientras Lisboa deslumbra en esta acuarela en plena explosión de colores justo en el medio.

domingo, 2 de junio de 2019

Dame belladona

Traspaso
instantes perdidos en el viento
el mundo gira sin venir a cuento
y los dedos teclean en el modo automático
que sarcástico
como si fuese un poema clásico
que se esconde en los rincones del alma
dispara a rajatabla
todas las palabras que nunca encontrabas
cuando tratabas de dar nombre a las miradas
que se fugaban hacia la salida de emergencia
sin decencia
y con reincidencia
arrojo al vacío los latidos perdidos de la disidencia
azota
la lóbrega oscuridad que asombra
entre lágrimas de cocodrilo
que se van río abajo como el nilo desembocando en el pacífico
que sacrificio
el sin sentido del camino
dando vueltas como un felino
desorientado en la oscura sombra que asombra
la nobleza de la luna llena encogiéndose sin castigo
las murallas ya cayeron
y ahora solo quedan leyendas
con las que rellenar páginas y páginas de cuentos inciertos
de tiempos distantes que nunca sabremos si fueron ciertos
pero por lo menos entrevemos la caída del templo
como un fugaz encuentro
en pleno descenso hacia el infierno de mi fuego interno.

¿Qué entiendes tú por respirar?
Mátame despacio.

Dame ahora el veneno que vive en la luna de enero
salta al centro
y finge bailar al son de todos los fantasmas eternos
mientras los 2000 años a la espalda
se retiraban
hacia la cascada de mañanas
que son las sábanas apelmazadas
como el sudor de una noche de calor ardiendo
en cientos de incendios
que arrasan con todo a su paso de lejos
saltando los cerros
soltando versos
ungüentos de pechos
supurando sortilegios de cero a cero
espera un momento
mientras el sintetizador recompone el ritmo yermo
de esta canción de silencio
que es el armario lleno de polvo y estiercol
abriendo las puertas del balcón
saludando cada mañana al sol
difundiendo su calor a su paso
breve repaso
de fracasos
sobornando los fondos de los vasos
acristalados cristales haciendo retales de añicos los bares
mientras fregamos todos los platos rotos
y nos cortamos los pies como sobreviviendo solos
en el ático de la sesera que desespera
por sobrevivir al origami explosivo
corrosivo ácido de destierro
sobre los ciertos sabinos
asaltando los caminos para arropar las cartas sin destinatario
sorprendente llanero solitario que saluda alzando la mano
desde lo más lejano
de los tejados
de sincopados pasos,
Nakatomi tenía razón
y ya no queda voz para tanto apagón
para tanta bala de perdigón
para tantos gritos de horror en el paredón
arrojando sal a nuestro paso
para que no crezca nada tras nosotros
castigo maldito ignominoso
arde Roma
y vosotros
todavía danzáis cantos peligrosos
como si la matanza nos hubiese pasado de largo
sin temor a toparnos con la Muerte sonriendo a su paso.

Quizás,
si hubiésemos intentado algo,
quizás,
no habría todo explotado.

Y ya nadie tendría que ser nunca salvado.

Cruel vaso sin fondo en caída libre desde el cuarto piso de este ritmo arrasado por el Tajo.