martes, 25 de abril de 2017

O homem que vivia no Segredo

"Un homem só no segredo
sabe um segredo profundo:
nunca está só nem tem medo
quem ama os homens e o mundo."
Carlos Aboim Inglez



Destilo la sangre de mis dedos
como regueros que se pierden entre los ríos y los senderos,
como paseos de reos que reverberan sus pasos por las celdas del tiempo.

Amputo el hambre a imaginaciones
soñando desvelos y elucubraciones,
desdibujando palabras y canciones
me mantengo vivo en estas situaciones.

Desvivo la vida por sentir el viento,
cubierto de oscuridad como un velo
como un preso que cuenta al incontable paso lento con los dedos.

Amparo la esperanza con cuidado,
como el loco aislado y olvidado
que solo le queda el silencio callado
como el último y más resistente enemigo y aliado.

Desespero luchando por los nuestros
sabiendo que lo da todo por su pueblo,
tanto fuera, como dentro, dando resistencia sin tregua, y ejemplo.

Amplifico el vacío con mis mudos gritos,
intentando que cobre sentido este camino elegido,
esperando a que se acabe este castigo
y pueda salir y sentir la salitre en la piel y el calor de los míos.

Des-eo
como Prome-te-o
salir de este encie-rro
al que me han condenado solo        por intentar alcanzar el fuego de mis sueños;

y ahora
solo
me queda
solo
esperar

no Segredo.

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