jugar a revolotear como una mota de polvo que se percibe solo gracias a la rayita de sol que se filtra por la persiana,
tratar de aferrar el instante
consciente que desde el minuto uno se escapa.
Ver
que se apaga la vida,
la suerte,
la magia,
Y pese a todo
seguir
como si no fuese solo cuestión de fuerzas
y de voluntad.
Mirar como si algo más importase en este lugar
y percibir el paso del tiempo
y comprobar que nada de todo eso importa ya.
- Madrugadas alicaídas en el cansancio post...
No hay comentarios:
Publicar un comentario