de años pasados, de recuerdos nunca olvidados,
me siento en su muro frente a sus aguas
mientras pienso en esa puesta de sol que nos bañaba
en el que en una fotografía celebrábamos la amistad que nos unía.
Poesías a la sombra de los robles.
Abrazos de rostros que habitan en mis pupilas,
besos y sonrisas en un baño,
noches de estrellas tumbados,
risas y vidas compartidas durante unos días y ardiendo en nuestras almas durante años.
Y pienso en en mis amigas, y en mis primeros amigos,
y en Clementine
y en Mireia
y en toda esa gente que quería mantener a mi lado
y que por suerte lo he logrado.
2015,
2019,
y ahora 2024,
mirando al embalse
y marcando mis pasos.
Mi primer campo,
mi primera pandilla,
mi primer campa volviendo a donde me convertí en quien soy y seré durante años.
Mi atreverme a soñar,
mi atreverme a dejarme cuidar,
mi nostalgia de encontrarme siendo quien quiero ser en este mundo del monitorado.
Decenas de recuerdos que atesoro, frágiles, en mis manos.
(Y también un camping en Muiños con Laura, dejando que el tiempo nos pausase la vida entre sonrisas.)
Estoy frente a este embalse sentado,
disfrutando de la noche,
bajo las estrellas,
a la sombra de los robles,
sin nunca haberos olvidado.
Gracias por seguir en mi pecho, a mi lado.
- A la sombra de los robles os pienso viendo las estrellas (Frente al embalse das Cunchas en Muiños)
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