martes, 3 de abril de 2018

Buscando palabras para lo que siento por dentro

La vida se me fuga cuando te tengo lejos
y hoy tus besos me faltan y tus caricias me arden en el pecho
porque te quiero
como se quieren a los grandes sueños,
a los sentimientos que no me caben ya en el pecho,
a los vuelos lejanos de la mano ardiendo
de pasión
y en este bastión que es nuestra cama
hoy construyo una trinchera de versos
con la que protegerme del frío temporal que alarga el invierno,
con el que refugiarme hasta que llegue el verano entre tus dedos.

El tiempo se me escapa sin que pueda hacer nada por ello
y hoy no te tengo al lado
así que guardo tu mirada en mi cielo
y tus besos en el corazón
y arrullo la mañana pensando en tu voz.

La vida se me fuga cuando te tengo lejos
y hoy me falta tu calma y tu amor
supongo que por eso escribo dejándome llevar
como en los días en que llevados de la mano nos dejamos atrapar
por las llamas del instante
por los inconstantes conscientes consecuentes
siendo confidentes en tus labios
de atardeceres cálidos.

El mundo parece brillar
aunque no pueda ver tu sonrisa
y el que avisa no es traidor
y ya te digo que he venido a acariciar tu corazón
y darte mi hombro en las noches intempestivas
y mi regazo en las lágrimas suicidas;
y al mundo le digo que lo haré brillar
si así,
con poco, pero mucho,
logro componer un susurro con el que llenarte de colores
el escudo que es nuestro vínculo de otoño
y perdón por traer octubre a tu ventana,
pero las casualidades no se desaprovechan si vienen cargadas de oportunidades.

Y la noche está tan bonita como todos los amaneceres a tu lado
y la mañana está tan hermosa como todos los recuerdos que atesoramos.

Y te beso en la nariz
y te verso la frente
y sonríe mi vida,

que pronto la luna nos dará la clave de la buena suerte.





Siempre en los días 13.

No hay comentarios:

Publicar un comentario