sábado, 28 de abril de 2018

Siempre nos has visto con los mejores ojos

Te fuiste,
porque me viste lo suficientemente preparado
como para cuidarme solo.

Que ya no era el parrulo que era,
que había espabilado
y que ahora
debía de llenar yo la nevera de yogures.

Te fuiste,
porque reímos hasta el final.

Y siempre fue lo que quisiste,
reír tanto como para no olvidar toda nuestra juventud,
nuestra infancia,
y cuando estemos tristes
recordarte
y sonreír
guardando con cuidado esas lágrimas que se nos depositan en los ojos.

Te fuiste,
porque era el momento.

Y lo bueno es breve,
pero lo que es mejor
como lo nuestro
es eterno.

Supongo,
que por todo eso
te fuiste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario