amaneciendo rumba
como la última vez,
me acerqué
para dejarme ser,
Y sé y sé
que no volveré a tener
el tiempo para verme amanecer
entre los versos
de este cuerpo
que se difumina entre la niebla de los recuerdos.
Pero tengo los sueños,
los libros que escribo
y los kilómetros que quemo
ardiendo hasta el infinito
en un efímero instante eterno.
Ven, acércate, no tengas miedo.
Intensa poesía. Me ha gustado.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, siempre es un placer que me leas!
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