jueves, 9 de mayo de 2024

Ante el vacío de la existencia... solo hay una inmensa caída

El absurdo nos devora,
nos traga y nos escupe,
conscientes
de que cuando todo se derrumba
ya no hay nada que reconstruir.

¿Cómo aprender a convivir con eso?
Si hemos abierto los ojos
y hemos visto los tejidos de la realidad
deshilachándose ante nosotros.

Somos locos
cuerdos
tratando de no sucumbir a la locura
en la cordura
del absurdo.


- Ante el vacío de la existencia... solo hay una inmensa caída

martes, 7 de mayo de 2024

Reivindico el derecho a frenar

La vida me arrastra
de forma constante
en un ritmo irrefrenable
al que resulta imposible ponerle topes ni frenos.

Ya no tengo tiempo.

No tengo tiempo para mí mismo,
no tengo tiempo para leer ni para descubrir por donde camino,
me arrastra el destino,
la escalera social y relacional
que marca los ritmos.

Me asfixia el sistema,
el tictac frenético,
el constante acelerar porque sino me quedo fuera del juego.

Me frustra no tener tiempo para mis amigas,
no poder cuidar mis relaciones,
no poder quedar, mandar un audio de was sin ser conduciendo,
preguntar cómo estás, cómo te sientes, a qué tienes miedo.

Me frustra no poder celebrar las victorias,
desconectar de mis sentimientos,
coger cada preocupación, estrujarla y hacerla bonita y ponerla en el lado izquierdo del pecho,
a la altura de las costillas y el esternón,
no mirarlas, no escucharlas, pero saber que están ahí, palpitando, a punto de estallar, ocupando todo el espacio que debería ocupar el descanso y el bienestar.

Sufro por no sentir la libertad,
por no poder pararme a ver el sol brillar,
por no tener tiempo para dibujar, para escribir, para soñar,
no tener siquiera la oportunidad de frenar y pensar hacia dónde quiero dar el siguiente paso que debo dar.

Actuar,
en piloto automático,
porque sino te quedas atrás.

Actuar,
como si nada importara,
porque si importa demasiado ya no podrás aguantar.


Porque todo consiste en aguantar.

Y aguantar.

Y aguantar.


Y estoy harto.

Y ya no quiero.

Así que hoy pese a todo lo que debo hacer,
y que luego me agobiaré,
he decidido frenar,
sentarme a escribir,
responder a mis amigas,
ponerme con ellas al día
y mientras tanto tranquilamente merendar.

Mañana una parte de mí se arrepentirá,
pero será la que está totalmente inserta en el sistema,
la otra
sabrá que habrá valido la pena respirar un poco de libertad.

lunes, 15 de abril de 2024

Inexorable azar

El tiempo corre para todos,
relojes que cuelgan invisibles del cuello
mientras la arena
se escurre
lentamente
de forma constante
sin que haya forma ni remedio
por evitarlo,
por cambiar el sentido,
por darle un giro al futuro y un vuelco al camino.

Habitamos en los límites,
en esos túneles de sombras,
de claroscuros,
de patadas que le damos al destino
tratando de arañarle segundos,
ensayando que nos creemos que podemos dar un volantazo
y encaminarnos por otro sendero que nosotros mismos abrimos.

Y pese a ello,
no pasa.

El reloj sigue discurriendo,
la arena sigue cayendo,
y nosotros nos seguimos acercando
sin remedio
al final del rumbo que nos ha venido impuesto.

Solo somos títeres en manos de un dios muerto.

domingo, 7 de abril de 2024

A orillas del Lago Mälar

Se acuna el sol en este mar en calma,
la vida discurre en silencio
meciéndose como el agua en la orilla,
la paz en el aire
y el cuerpo lleno
de calma,
recuerdos,
instantes,
atardeceres de hielo siguiendo rastros de sueños.

La libertad fluyendo.

Y yo,
sentado
escribiendo
frente a un poema de primavera
viendo como el atardecer es capaz de suspender el tiempo.

Me espera el barco,
pero yo no quiero,
echo a caminar hacia el bosque
y entre su vegetación me pierdo...

Se me llena de aire el pecho

libre en el silencio.

Sigue habiendo grietas

Cotidianidad de lo absurdo
nos perdemos en duelos no curados
y las heridas se desangran.
Sin saberlo.
Jugamos a los dados y perdimos 3 a 0,
banales intentos
de sabernos ciertos,
¿dónde está la verdad?
si habitamos una realidad
que se diluye sin preverlo.

Rotos
cosidos
como mal podemos.

Perdemos el tiempo
y solo corremos tratándonos de huir,
de huir lo más lejos.

Miro tu foto

y solo me veo hueco por dentro.

viernes, 5 de abril de 2024

Se lo han llevado todo

¿Quiénes somos cuando hemos perdido todo nuestro pasado?
¿Cómo avanzar si ya no podemos recordar?
¿Cómo no perdernos
cuando ya no podremos recordar de donde hemos venido?

Y es que el olvido lo ha invadido todo
como un manto de negrura
que no deja pasar nada,
y la memoria se ha ido
y ya nunca volverá.

Poesía de un ensayo flamboyant

He sido bueno toda mi vida ensayando.
Ensayando...
Ensayando el qué?
si no sé hacer nada,
si me he dedicado a no hacer nada.

Toda mi vida ensayando...
sin hacer nada.

Y es que hay algo que no encaja entre yo y el mundo
y yo yo no sé qué es...
pero esta noche comienzo a comprenderlo...
y eso me hace daño.

Y es que me desplazo
para no permanecer:

La terapia del desplazamiento.

Mi manera de esperarme a mí mismo.

De permitirme reconectar conmigo mismo,
de darme espacio,
de quererme,
de respetarme,
de no perderme en algún torbellino de oscuridad.

Dice la legua francesa que imposte es la parte bajo la puerta,
esa parte que sujeta todo el peso del arco
¿el arco de qué?
¿de la puerta?
¿del personaje?
¿de mi historia?

Supongo que por eso
el impostor intenta soportar,
por la ilusión
de fingir habitar una vida que le rechaza una y otra vez.

Y es que ya sabes
yo necesito otra cosa,
no sé el qué,
pero necesito encontrar mi lugar en el mundo,
toparme con el sentimiento de que quizás se esté acompañado y libre.
Podría ser...
Podría ser...

Y es que mi fortuna
y mi malestar
es que lo desconocido es lo que me hace vibrar,
y así estoy
precisando constante movimiento,
permanente intensidad
para sentir que habito una vida que vale la pena habitar,
sino
yo me marchito.


Nos sonreímos.
De eso van todas las conversaciones del mundo.

De sonrisas.

Y es que yo ardo,
deslumbro,
consumo el fuego interno
y brillo como el sol en el cielo
cuando encuentro efímeramente el sendero.

Mientras tanto
no tenemos opción
¿qué es no tener opción?
¿pasar toda nuestra vida haciendo qué?

Ensayando,
ensayando como radiantemente felices ser.