porque hay gente que me quiere
desde la sinceridad de sus corazones
sin esperar nada más a cambio
que la reciprocidad de la amistad.
Y el coche circula por la costa (como en un cuento de Marina o un videoclip de Tremenda)
y el sol nos baña
con su luz dorada,
con ese amarillo característico del Mediterráneo,
y la salitre en nuestra piel
como el sabor de los besos robados a las tantas de la mañana
en medio de un abrazo.
Y en el pelo llevo toda tu arena
y saltemos hasta que nos lleve la marea
hoy vivimos aquí
y el instante es nuestro presente eterno.
Me miro el pecho
y lo tengo lleno
de la luz de ese cora que juntos cuidamos y hacemos nuestro.
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