miércoles, 11 de mayo de 2016

Puede que a veces llevemos las de perder, pero siempre fuimos más de conquistar utopías

La clase media llegó para no marchar
y mientras arden las calles del color
en llamas de sangre y dolor
la vida sigue sin esperanza,
sin la belleza de una flor.

Ya estalló la revolución
y tal como vino se marchó
apagada por el desánimo de una generación
que soñó un falso cielo
y que con el techo chocó.

Ya se muere la ira de la rebelión
con el frío silencio de la desesperación,
solo quedan luces y sombras
y canutos y pastillas y altavoces que retumban
mientras se nos para el corazón.

Nos engañaron con la primavera 
y nosotros,
bobos,
nos creímos que la mochila estaba demasiado llena.

Nos engañaron con la primavera
y nosotros,
ingenuos,
nos peleamos mientras ellos se reían de nuestras miserias.

Puede que no haya primavera,
pero siempre fuimos más de octubre
y de hacer saltar por los aires el invierno,

ahora llega el horizonte
y brilla como un verano que haremos nuestro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario