que estalla en mil direcciones,
salpicando felicidad
sin poder controlarla,
sin poder evitar
que te salpique el alma.
Qué espectáculo
son las sonrisas inesperadas!
Podría yo
negar el regocijo que producen?
No lo creo,
no podría yo,
yo solo aspiraría
a dejarme embriagar
por el sueño eterno,
por el baño de luz
que sería perderme
entre los recuerdos de nuestros sueños.
Oh, amiga!
Solo déjame llegar al mar
siguiendo el curso bajo del Loira.
Oh, amiga!
Solo déjame llegar
a comprender ínfimamente esta amistad
de vidas que se tejen entre nosotras.
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