viernes, 23 de mayo de 2014

BirdBoy

Volar.

Sentirse libre.

Huir de esta realidad asfixiante que no deja de convertirte en un instrumento más.

Otra raya.

Abre las alas, déjate llevar y libérate de todo lo que te aprisiona.

El tiempo corre, hacia adelante, hacia atrás, se detiene y vuelve a fluir.

No pienses, no temas, deja tus miedos a un lado o solo serás prisionero de ellos.

Sueña.

Puede que algún día vuelvas a ser quien eras y llegues a ser quien esperabas ser.

Otra calada.

Sabes que no hay forma de huir, sabes que no hay forma de correr, sabes que solo escapa tu mente mientras tu cuerpo no deja de ser otra marioneta más.

Fractales de tiempo que vuelan en direcciones contrapuestas mientras la arena marca las manecillas de un reloj escrito de antemano.

Simplemente otra y otra, y otro polvo que te permita sentirte amado; mientras cada mañana te despiertas solo en tu cama, pensando en quien será la siguiente persona que libere tu mente durante unas horas.

Porque la realidad es alienante, porque la realidad ahoga, y porque sabes que no hay otra forma de huir de ella.


Simplemente otra, y otra, y una lista infinita de rayas para huir y volar a tu isla en medio del mar, donde nadie se ahoga.

Porque solo eres un chico pájaro que nunca despegará.

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