lunes, 8 de junio de 2015

El viento rumorea que el aire vuela, se dice
que el mar no condena y salta de batea en batea,
saltándose la casilla de salida y sin llegar a la meta,
que pena que la cara del poeta sea un poema,
un romance de once sílabas de leyendas.
Sin duda no hay pieza suelta
en este puzle que no conecta,
pero la oca sólo sigue la senda,
una pata de concha, se cuenta,
la ruta de una estela
que no gana quien no besa
y el que calla no reza
que la esperanza es una estrella
y yo se que la recta no (y)erra,
pues diestra y derecha marca la tecla,
una blanca corchea, una cuerda tensa,
limada, pulida, letal y certera.
Que quien no apuesta no besa,
que quien algo quiere algo le cuesta.
Que se rumorea en las leyendas que la cara del poeta es un poema
ruborizado en este romance escrito en el mar de bateas.

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