Imparable
como un Dean salvaje
e incontrolable.
Adictivo,
como la sangre de demonio,
a tus oídos.
Ingobernable
como un ángel caído,
expulsado del cielo
como un Cas purgado
vivo a este lado
del infierno
renglones sinceros
lamentos de otros tiempos,
lucha indestructible,
se oye bien alto
balas inadmisibles
puños incombustibles
piedras de asfalto
¡la calle no se rinde!
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