la densa niebla como un diapasón
del corazón,
como una piedra que rueda por la cuesta
abajo
mientras con desparpajo
el cielo se sacude con tesón,
suena a calor y huele a frío
aun escojo ponerme el abrigo cuando salgo a la calle sintigo,
como cuando contigo me pongo de corto
y acorto distancias entre los dos.
Hoy hemos salido a bailar,
y todo gira
como una peonza que marca las agujas del reloj,
con perdón escogí el camino de luz y color
y mientras yo
tengo cuerda para rato
por si remonto en las piedras de este cuadro que enfoca la ventana de mi cuarto.
Todavía sigue todo aún,
ya bastante demasiado es cualquier cosa
como si hubiese poesía sin prosa
y párrafos sin versos,
y en mi rincón,
cuelgo las medallas que le robé a Dios,
guardo en cajas los besos no dados,
y almaceno con cuidado tus sonrisas en pequeños frascos,
puede que todo o nada sea lo mismo,
-creo-,
si el Universo tiene siempre ese brillo que distingo en tu mirada cuando me miras.
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