martes, 5 de julio de 2022

Como el humo del cigarro en el viento

A veces las mejores despedidas son las que por miedo nunca nos atrevimos a hacer,
aquellas
que el silencio de los años
borraron como hojas al viento,
aquellas
que son ecos sordos,
pasos en el vacío,
recuerdos difusos en callejones escondidos de nuestra memoria.

A veces las mejores despedidas llegan tarde,
como un soplo de aliento,
un decir adiós
cuando las heridas
ya no sangran,
poemas abiertos
que descubren por unos instantes el alma
antes de esfumarse
en la lejanía de nuestros vaporosos sueños.

Nunca supe decirte adiós.

Espero que este sea el mejor momento.

Ese en el que a pesar de todo
sirva para mirar hacia adelante
y olvidar el pasado
para vivir en el porvenir
todas las metas que escribimos
en nuestro propio cielo.

Adiós.

Pongo fin a los recuerdos.

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