quieto y callado
sin dar ningún comentario. Observo como el viento mece las olas
y yo sigo
sin sentir nada,
hundido en la apatía
de una vida
que veo como pasa
de largo
mientras solo puedo fingir una sonrisacomo si eso fuese a arreglar algo.
Y voy a quedarme aquí,
sentado
a orillas del gran charco,como si el viento pudiese susurrarme algo que a mí se me haya escapado
aunque en el fondo sé que no
que no quedan secretos
y que simplemente
el tren de las oportunidades ya pasó sin darme tiempo ni a mirarlo.
Puede que me quede aquí,
total,
nadie me espera en ningún lado
ni siquiera yo,
creo,así que mientras miro pasar el tiempo
pienso:
que ojalá un chispazo en el horizonte,
un brillo,
o cualquier cosa que me haga sobresaltarme
como si el futuro no estuviese escritoo alguna señal me llegase y saliese a flote.
Espero no quedarme mucho más aquí,
no me apetece,
aunque tampoco sé cual es el siguiente paso a dar,el siguiente paso para subir;
sólo
sé
que la memoria se ha olvidado de mí
y mientras tanto,vivo anclado,
frente al mar,
esperando a que alguien me dé la mano para explicarme como seguir.
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