tratando de encontrar esa colilla que perdí
mientras la cerilla ardía entre mis dedos
y el humo del tabaco me hablaba de ti.
Salté al folio en blanco para escapar
y en sus finas curvas me topé
con los desastres del vacío sin final
solapando estrellas tras la venda que no ve.
Me desgarro en finas hebras de horrores
y busco preguntas a las inocuas respuestas,
el mundo es un giro eterno de dados y sermones
en tanto que todo arde sin lograr aferrarnos a sueños ni metas.
Podría hacer desaparecer cometas tras el miedo
de saltar metros y metros, lejos del suelo caí
y en el fondo del vaso hallé el ciego cuento
que me susurro cuando anhelo más de lo que perdí al vivir.
* * *
Allí,
allí,
muy lejos,
por ahí,
todo lo frustrado siempre estará lejos de mí
y por el camino aprendí a aspirar paz y sonreír.
***
Llorar lo que no se tiene es la mayor cobardía para no asumir el porvenir.
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