sábado, 26 de marzo de 2022

Relámpago fugaz

Entre rastros de sombras
la poesía brota
como manantial roto,
como vida que desborda
que se desboca
en mil direcciones inciertas,
busca salir
como flor en primavera
como impetuoso deseo carnal,
mordisco del fruto del árbol,
dulce sabor de la mirada ardiente.

Me consume el tiempo
en el instante previo
a los labios rozándose,
pura delicia
de fulgurante caricia equidistante.

Sorprende la vida
en horas como esas
en que todo se pausa,
en que todo se detiene,
en una incesante cascada de acontecimientos,
reguero de fantasías
que se abren en mil senderos
explorando donde terminar
ardiendo.

Miradas en llamas
que se consumen
a fuego lento,
a viva calma,
a salvaje aliento,
arde el alma
como si el poeta fuera
fotógrafo del tiempo,
artista del cuerpo,
sutil efímero deseo
que se deshace entre nuestros dedos
grabando en ardiente hielo
cada pequeño surco de la piel que recorremos.

Solo puedo consumirme a besos,
prenderme a versos,
atesorar recuerdos,
construir vías y senderos
que me lleven a todos los sueños
pendientes de esconderse
entre el sol de tu incandescente deseo.

Dame alas,
déjame ser viento
intimando con las amazonas.

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