jueves, 31 de marzo de 2022

Tristes añicos de una agrietada poesía

No me busques en otro porque no estaré
no cambio el placer por lealtad
hablo menos observo más.
Noite - Las estrellas me titilan



Vamos a dar amor, aunque nunca lo hacemos...
quizás nos perdemos
demasiado sin saber por qué,
derramamos la suerte
fingiendo querer,
mintiendo tener
las decisiones de nuestra parte,
me siento en los parques,
buscando encontrarme,
callarme, validarme, cambiarme
por todos los rotos de mis pantalones
que no perdieron detalle
de todos mis fracasos,
mis recorridos hechos fiascos,
prisas a vasos vacíos que se hacen añicos
entre los bailes de sombras
que son nuestros sentimientos a deshoras.

¿Por qué mi mente no me perdona?
Si ya no hay nada que me llene,
ni la desidia me reconforta.


En los juegos de la vida hay siempre perdedores,
somos cabrones por despecho,
solo somos senderos que arder con prisas,
no quiero saber dónde todos los principios terminan.

No me busques en otra parte
porque ya no estaré,
no cambio el futuro
por un presente ardiendo,
solo me observo
quizás ahí aprenda que solo éramos veneno.


Vamos a dar amor, aunque nunca lo hacemos...
solo voy a la deriva,
perdida la sonrisa
¿qué más queremos?
simples muñecos rotos
despojados de sentimientos, 
hechizado por mis patéticas fantasías,
desnorté el sentido al reloj 
y me encontré en fuera de juego,
rotando todo el tiempo,
incapaz de ver más allá
por más que salte
yo solo nunca podré llegar,
patético central,
¿dónde encontrar descanso
en una batalla constante sin paz?

Ardí demasiado
y ya la mirada se apaga
como si fuese alguien
en algún olvidado momento.

Solo a la deriva
encontraré lo que quería,
y ya me lo decían
si no sabes qué buscas
no llegarás a ninguna parte,
cruel agonía
que me destila 
la agridulce sonrisa
rota en trizas,
tristes añicos de una agrietada poesía
¿qué hemos hecho?

¿qué hemos hecho
para merecernos este castigo?


En los juegos de la vida hay siempre perdedores,
somos cabrones por despecho,
solo somos senderos que arder con prisas,
no quiero saber dónde todos los principios terminan.

No me busques en otra parte
porque ya no estaré,
no cambio el futuro
por un presente ardiendo,
solo me observo
quizás ahí aprenda que solo éramos veneno.


Vamos a dar amor, aunque nunca lo hacemos...

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