Francia es una historia sin final, la magia que me quisieron arrebatar, de los sueños por encontrar.
Y en un campo de trigo
y un atardecer en Nantes,
y el azul esmeralda
y el acento de Breizh.
Y cientos y miles de kilómetros a mis espaldas
y una mochila que vaciar
para poderme reencontrar,
y la sonrisa de la amistad
y la esperanza de ir siempre más allá.
Todo eso,
todo eso,
y mucho más.
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