Al final murió de una enfermedad que habría podido perdonarle si él hubiese sabido perdonarse alguna vez a sí mismo.
W. W. Tarn
Seguir porque no hay otra razón,
seguir hasta el final,
sea cual sea este.
No temer a las consecuencias,
solamente seguir.
Seguir hasta el límite
cuando no hay límite,
seguir hasta que ya no se pueda seguir
porque el cuerpo no lo resiste.
Sucumbir
ante la perpetua
y obsesiva necesidad
de llegar siempre más allá de lo jamás alcanzado.
Pothos.
Y un eterno camino sin final.
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