mientras el coche avanza
entre los campos de trigo, los campos de calma.
Miles de imágenes en mis retinas, en mis pestañas,
atrapadas
como estampas que colecciono
cuando echo de menos la paz que me rodeaba en Francia.
Y hoy estoy aquí
entre estos rincones que me relajaban
sintiendo de nuevo
la armonía de la vida, de la naturaleza, de la mañana.
Como campos de trigo que refugian, curan y pausan.
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