Y en esta oscura noche,
desgarradora mirada del alma,
siento que la prosa no viene
y la poesía me falta,
el titiritero me abandonó
y sin hilos ni danza
no sé qué camino seguir,
no sé como mi destino avanza.
Y en esta noche oscura,
desgarradora mirada del alma,
la sinfonía del violinista
toca una fuga in sonata,
un miserere que como Becquer
arrulla a las ánimas que vagan
en medio de la oscuridad,
en medio de la falsa esperanza.
Y en esta noche oscura,
desgarradora mirada del alma,
cuando mi corazón deje de latir,
cuando mi sangre ya sea escarcha,
no sabré que pensar
sobre por qué la muerte descansa,
no sabré que decir
sobre que hoy ya no habrá mañana.
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