juntemos las fuerzas para construir un mundo nuevo,
seamos sinceros y mirémonos más allá de lo que consideramos nuestro,
saquemos las ganas de forjar universos enteros,
que la vida es demasiado larga como para no vivirla sin miedo.
Tenía manía de las prisas,
de los días sin salida
cuando no te veía entre la algarabía de gente que va y viene
sin detenerse
a contemplar el mar,
a observar la paz,
a reflexionar sobre cual es el siguiente paso a dar.
Sentía ansias de todas las trampas que nos ponían,
de todos los baches con los que dijeron que tropezaría,
de todas las formas de obstaculizarnos los callejones sin salida.
Alcanzaba la palabra logrando acunarla,
mecía cada caída con la idea preconcebida de que no hay agonía
que pare las esperanzas de todas las paradas de distancia
hacia la inefable salvajada de abrirme el pecho sin calma y sin pausa.
Suponía que no había
forma de cimentar alternativas
si no era contigo vida mía,
que no soy tuyo ni tú eres mía,
pero junto a tu alma
no hay forma de que tema las falsas victorias alcanzadas,
que todavía hay mucho que caminar,
pero sé que si estás
la libertad será siempre mucho más sencilla de alcanzar.
Hagamos un baile esta noche en mi desván
que ya mañana el sol nos pillará
bailando en un concierto de Zoo
al son de Xuplaxangs,
y mientras suena en los altavoces cumbia a todo gas,
somos una jauría con ganas de aullar
entre cada orgasmo que nos acerca en esta lucha final.
Todavía conozco los versos escondidos para enamorar,
la forma de la luna robar,
los deseos que son susurros de anhelos,
entrelacemos los dedos
que somos ciegos justicieros
con ganas de volar,
siempre más y más,
nunca menos y menos,
Ya haremos del socialismo nuestro futuro cierto.
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