lunes, 18 de marzo de 2019

Eterna como la fugacidad del luscofusco

Paso las horas, en la soledad de mi mente,
te echo de menos, te siento lejos,
me faltan tus palabras,
se me escapan entre los dedos.

Castilla es inmensa
y yo tan pequeño
que podría perderme
entre los rincones del silencio.

El sol desaparece tras el difuso horizonte
y la noche se abre paso
a kilómetros de distancia
que dejo a mi espalda.

Trato de atrapar la luz,
pero es más veloz que yo,
y el fin del mundo me precede
siempre que trato de hacerle frente.

Las esperanzas vuelan
hacia futuros que surcan el cielo,
los sueños viven en ti
y lo demás son vanos intentos de ser feliz.

Por ti sangro, lucho, pervivo,
por ti el mundo cobra sentido,
por ti, por ti, por ti,
por dar sonrisas al vivir.

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