domingo, 3 de marzo de 2019

Sonata de mi barrio

En una ventana de Monte Alto
en un quinto piso muy lejano
el tiempo vuela 
mientras el viento devora todo a su paso.

Levantando nebulosas de olvido
y pasos sin rumbo ni sentido por las baldosas del paseo marítimo.

Pisando el mar
la arena se abre paso bajo nuestros pies.

Y solo quedan sueños guardados bajo llave en alguna cajita de tesoros en lo más profundo de un cajón.

Y solo queda levantarse de nuevo para seguir.

Estoy de nuevo aquí,
en esta ventana de Monte Alto, 
escribiendo mientras el sol me ilumina el rostro
y el oleaje bravo nos muestra su vaporoso
vaho de salitre sabor a beso atlántico.

Sonríe.

Sonríe.

Camina con paso firme sin rendirte,
y quizás así podrás estar bien contigo mismo.

No voy a mentirte.

No es un querer es poder.

Pero tampoco es caer en el determinismo de que no hay salida para tanto dolor.

En una ventana de Monte Alto
en un quinto piso muy lejano
el tiempo vuela
mientras el viento lo arrasa todo a su paso.

Pero puede, 
que cuando menos lo esperes,
por fin hayas llegado.








A dónde querías estar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario