miércoles, 1 de junio de 2022

Bajo las últimas horas de luz

Entre brisas de miradas
sucumbí al deseo
y el cielo se abrió en dos
llevándome mucho más lejos
de lo que imaginé sin razón.

Cruenta
y falsa ilusión.

Perece en el camino

el tiempo,
el olvido,

yace inerte el paso

y la tarde se calma
como tarde de mayo,
que en junio estamos
y cantan los pájaros
y canta la luz del sol
iluminando los últimos tejados.

¿Dónde hay paz?

Descansa,
descansa,

descansa el pecho,
descansa la mirada,

respira aliviado,

respira la tarde que se respira en el alma.

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